El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski,
cumplió con su palabra de que Kiev no esperaría más por el armamento occidental
a la hora de poner en marcha el esperado contraataque.
Ante esto en Ucrania ha pedio ayuda de Alemania
para que les mande nuevas partidas de tanques Leopard 2 y blindados Marder.
Los
combates más cruentos tienen lugar en las regiones de Donetsk y Zaporiyia, algo
de lo que se libra la anegada Jersón, intransitable por el momento debido a las
inundaciones por la destrucción de la Central Hidroeléctrica de Kajovka.
La razón por la que Ucrania abre nueva
fase de la guerra con Rusia
A las dos aldeas liberadas el fin de semana en
Donetsk -Blahodatne y Neskuchne-, se sumaron hoy otros dos bastiones controlados
por las tropas en esa misma región -Storozhove y Makarovke- y un quinto en
Zaporiyia (Novodarivka).
En el caso de Zaporiyia, controlada en un 80 % por
los rusos, el objetivo de la operación es alcanzar el Azov, convertido en mar
interior por Moscú, y recuperar los puertos de Mariúpol y Berdiansk.
Kiev
también ha anunciado avances de sus tropas en los flancos de Bajmut, ciudad que
perdió hace un mes a manos de los mercenarios de Wagner.
Ucrania podría haber logrado también réditos
territoriales cerca de Velika Novosilka (Donetsk) y en torno a Orijiv,
localidad que conduce a la principal ciudad de Zaporiyia bajo control ruso.
Rusia admitió hoy estar utilizando helicópteros de
asalto y drones para ralentizar el avance ucraniano en la frontera administrativa
entre Donetsk y Zaporiyia.
El pasado viernes el presidente ruso, Vladímir Putin,
aseguró ufano que todas las intentonas ofensivas ucranianas habían “fracasado”,
pero reconoció que Kiev conservaba su “potencial ofensivo”.