“Con admiración y cariño al maestro”
Por Héctor Larios Proa
Diego Mercado Marín tiene una enorme historia dentro del futbol, con pasos firmes y visión clara construyó senderos para que el futbol mexicano se ubicará entre los mejores del mundo.
Como futbolista defendió los colores del Cuautla y Necaxa, en su etapa de entrenador estuvo al frente del Monterrey con quienes logró el ascenso al máximo circuito en la temporada 59-60. Posteriormente, va al norte de Veracruz para continuar en la 2ª división profesional con el Poza Rica, logrando el título de Campeón de Campeones, también estuvo con el Naucalpan. Años más tarde entrenador de primera división con el Monterrey, Pumas de la UNAM.
En el Centro Deportivo Israelita (CDI), arma las selecciones de futbol para conducirlos a triunfos en el extranjero, experiencia que significó una luz de inspiración para perseguir sus sueños. Obtienen dos bronces en la Macabiada mundial y un segundo lugar, en los años setentas.
Hombre inquieto, sereno y estudioso, se dio a la tarea de impulsar la Comisión Técnica de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), como órgano colegiado del Consejo Nacional para darle rumbo al futbol mexicano, al lado de Nacho Trelles, Donato Alonso, y Pepe Moncebáez.
Un par de acciones fueron trascendentales en su gestión, la primera, organizar la Escuela de Entrenadores de la FMF, su primer curso en el año 1968, donde funge como catedrático durante 30 años. Fue invitado a impartir charlas en varios países, destacando la invitación del entrenador alemán, campeón del mundo, Helmut Schön.
La segunda acción fue desarrollar el programa olímpico con jugadores amateurs, abriendo las puertas a los jóvenes mexicanos que soñaban con hacer carrera en el balompié de paga. Redobla esfuerzos para fortalecer a la selección juvenil amateur que fugazmente se armaba para algún torneo.
Muchas historias se pueden escribir de aquel tiempo, en los campos de tierra, buscando en ligas y rincones del país el talento joven y con sueños de gloria, el señor Mercado volteó hacia las raíces y construyó su propio sendero.
Arma un equipo de colaboradores al que convence con sus ideas e instrumentan un plan de trabajo, que rinde frutos años más tarde ante la incredulidad de la prensa y directivos de la época.
Con una visión de largo aliento, cree que el futbolista del llano puede trascender, sí cuenta con atención adecuada, entrenadores capacitados, disciplina y acceso a alimentación e instalaciones deportivas modernas, incluidos los servicios médicos, y competencias de alto nivel para foguearlos.
Su tesis se comprobó a lo largo de dos ciclos olímpicos Alemania 72 y Montreal 76, estableciendo un sistema de reclutamiento nacional, un plan de trabajo multianual, y un ciclo de competencia.
Miles de jugadores formaron parte del proyecto participando en campeonatos juveniles de Concacaf, Juegos Panamericanos de Cali, Colombia 1971, calificando a los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, donde obtiene el quinto lugar.
Las puertas del Centro de Capacitación de la FMF, el Centro Deportivo Olímpico mexicano se abrieron para albergar a las futuras estrellas, juegos en el extranjero y una competencia interna fueron fundamentales en la formación de talento para el futbol profesional. Cientos de jóvenes brillaron con luz propia, comprobando su tesis.
De Europa recibían invitaciones
a sus torneos como Viareggio, Toulon donde se enfrentaron a las potencias
juveniles del futbol mundial, establecieron acuerdos de intercambio deportivo
con otros países. Gracias a ello se escribieron paginas brillantes en la
historia del futbol mexicano.
En el futbol profesional
dirige al Guadalajara en las temporadas 77-78, 78-79, 80-81, 81-82, Tecos de la
Universidad Autónoma de Guadalajara 83-84.
Diego Mercado Marín, fallece
hoy 2 de mayo de 2022, deja un enorme legado profesional en su tarea de
entrenador, un maestro, guía, hombre creyente, visionario, nos enseñó el
camino.
Un fuerte abrazo a Aída,
Diego, José Antonio y Raúl.
El futbol está de luto.
