Pese a representar al menos el 40% de la fuerza
laboral, las mujeres continúan percibiendo menores ingresos con respecto a los
hombres
Para que una mujer en México perciba igual salario
que un hombre, en una misma función, tendría que trabajar 51 días más.
Pese a representar al menos el
40% de la fuerza laboral, las mujeres continúan percibiendo menores ingresos
con respecto a los hombres, incluso en funciones iguales, de acuerdo a lo que
reveló el estudio Brecha salarial de género del al Instituto Mexicano de la
Competitividad (Imco).
En los últimos 17 años se ha
registrado una reducción en la brecha salarial entre hombres y mujeres, y aun
así, la diferencia que se registra es del 14%.
De acuerdo en el estudio
brecha salarial de género para el 2022, por cada 100 pesos que ganaba un
hombre, una mujer percibió 86 pesos.
A excepción de áreas como la
minería, servicios inmobiliarios y construcción, las mujeres tienen mayores
percepciones que los hombres, esto derivado de alto grado profesional y
especialización que desarrollan.
Aunado a ello, que hay un menor número de mujeres, como lo es en la minería y
construcción, donde perciben hasta un 29% más que los hombres.
Sin embargo, que las mujeres
tengan un mayor nivel educativo tampoco es garantía de mayor percepción. Por
ejemplo, en el sector de información -medios masivos, pese a que la proporción
de mujeres con licenciatura es mayor con el 51% y apenas el 49% de los hombres
cuenta con ello, las mujeres perciben menos ingresos; la brecha es del 33%.
De acuerdo al sector, las
brechas salarias se amplían. Por ejemplo, en el sector de la información es del
33%, mientras que en otros servicios no gubernamentales es del 27%; en tanto
que en comercio al menudeo es del 26% y en el sector de las manufacturas es del
24%. En tanto que en el sector hospedaje y preparación de alimentos, las
mujeres perciben 24% más con respecto a un hombre.
Las mujeres ocupan más
funciones relacionadas con los cuidados, servicios al cliente y empleos, con
mejores ingresos. Los hombres ocupan espacios con habilidades calificadas, y
por ende, con mayores ingresos.
De acuerdo al Centro de
Estudios Espinosa Yglesias, las mujeres enfrentan barreras para generar
ingresos a causa del tiempo que dedican al trabajo doméstico y de cuidados no
remunerados.
Aun cuando la educación es un
factor que influye en la participación laboral, también inciden los roles de
género, mientras que los hombres dedican al trabajo remunerado 46 horas a la
semana y las mujeres dedican 38. Sin embargo, los hombres dedican solo 6 horas
a las labores domésticas, mientras que las mujeres lo hacen 28 horas.
De acuerdo con una estimación, si se logrará incrementar la participación laboral femenina hasta igualarla a la masculina, el Producto Interno Bruto (PIB) anual crecería al menos en 3.6%, es decir, en diez años se incrementaría en 43%.