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El desbordamiento afectará a los
sistemas de irrigación de la zona y afectará gravemente a la producción de
alimentos, además de que ha obligado al desalojo
A primeras
horas de este martes, las autoridades militares ucranianas denunciaron que
fuerzas rusas volaron por parte de las fuerzas rusas de la presa de Kajovka,
situada en el río Dniéper a su paso por la provincia de Jersón, en el sur de
Ucrania.
La empresa
pública hidroeléctrica ucraniana, Ukrhidroenergo, aseguró en un comunicado que
los daños causados a la central hidroeléctrica son “irreparables” y fueron
causados por “una detonación en la sala de máquinas desde el interior”.
El alcalde de
la ocupada localidad ucraniana de Nueva Kajovka afirmó que la central sufrió
daños y el agua comenzó a descargarse “sin control”, lo que ha obligado a
iniciar la evacuación de urgencia de al menos 742 habitantes de la zona
afectada, pero puede llegar hasta 80 localidades más.
Por su parte,
el regidor impuesto por Rusia en la localidad, Vladímir Leontiev, afirmó que
“se llevaron a cabo una serie de ataques en la central hidroeléctrica de
Kajovka, que destruyeron las válvulas”, por lo que el agua del embalse comenzó
a descargarse sin control.
Precisó que el
nivel del agua en Nueva Kajovka después de la ruptura de la presa alcanzó los 4
metros y que según el peor pronóstico, el agua podría subir a su nivel máximo
dentro de cinco horas e inundar esta área.
Zelenski
atribuyó la destrucción de la presa a “los terroristas” rusos, mientras la
empresa pública hidroeléctrica ucraniana, Ukrhidroenergo, afirmó que los daños
son “irreparables”, pero la presa podría ser reparada en un plazo de “cuatro
días”.
“Es un golpe a
la seguridad alimentaria global”, dijo el jefe de la oficina presidencial
ucraniana, Andriy Yermak, que calificó lo ocurrido como “el peor desastre
provocado por el hombre en el mundo en las últimas décadas”.
El desbordamiento afectará a los sistemas de irrigación de la zona y afectará gravemente a la producción de alimentos.