VIVE LATINO VIBRÓ

VIVE LATINO VIBRÓ

Cd. de México 20 marzo 2022.- Todos brincan y cantan con «Somos», la primera canción de Los Auténticos Decadentes, cuando los vasos de cerveza empiezan a volar y su contenido, que en el mejor de los casos es alcohol, riega a los fans, encimados unos con otros para quedar lo más cerca posible del escenario principal, Indio.

Se trata de una costumbre que los asiduos al Vive Latino conocen bien, y ayer, hasta eso les causaba gracia, en su reencuentro con el evento. Pasaron dos años para que el festival más longevo de México volviera a realizarse, y cada acto dejó claro que era una cita en la cual nadie guardaría pasión o sentimientos: era comprensible que un hombre llorara mientras Julieta Venegas cantaba «Lento».


«Entre lo que nos ha faltado en estos dos años de incertidumbre, miedo, y de preguntarnos por nuestro trabajo, lo más importante es la ausencia del encuentro, de vernos, abrazarnos y cantar. Por eso estoy muy feliz de estar con ustedes celebrando la música», saludó Venegas antes de interpretar «Algo Está Cambiando», en el Escena Indio. No faltaron «Me Voy», «Andar Conmigo» y «Mujeres», para alzar la voz contra la violencia de género.

Si algo definió la primera jornada del Vive fue la entrega, evidenciada por los 80 mil asistentes que llenaron el Foro Sol, cifra oficial según los organizadores.

La buena respuesta la sintieron viejos conocidos del Vive, como Los Decadentes, que hicieron retumbar ilusiones con temas como «Distrito Federal». El ecléctico cartel incluyó bandas de la dimensión de Limp Bizkit, que puso a corear a la multitud hits como «Break Stuff».

«Te amo, te amo. ¿Yo qué?», preguntaba en español Fred Durst, líder del combo de nu metal. «Los siento, ¿ustedes me sienten?».

Propiciaron el slam con «Nookie», dieron una probadita de «La Chona» y hasta invitaron a un emocionadísimo fan, Miguel, a cantar con ellos «Rollin».

En los cinco escenarios simultáneos, un debutante en el festival, The Marías, que tocó en la Carpa VL, se vio sorprendido por la buena afluencia.


Si bien aún era requisito el cubrebocas, la mayoría de la gente prescindía de él para beber cerveza, a 120 pesos, y fumar tabaco y mariguana. Eso sí, abundaron las estaciones para lavarse las manos y tomar gel antibacterial.

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