VIERNES SANTO,
DÍA DE LUTO POR CRISTO
El
Viernes Santo, se recuerda la pasión y muerte en la cruz de Jesús. Se considera
un día de luto y penitencia; los fieles religiosos suelen guardar ayuno ese
día. Es un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de
Jesucristo en el Calvario. Quien se sacrifica para salvar del pecado a la
humanidad y darle la vida eterna. De allí que la cruz se haya tomado como el
símbolo de la gloria para la adoración de los cristianos.
¿Qué sucedió el Viernes Santo?
El
Viernes Santo ocurrieron los sucesos más ilustrados de las escrituras bíblicas.
Jesús es entregado por Judas Iscariote, le apresan y es llevado ante Poncio
Pilato, quien, para ese momento, era el prefecto de la provincia de Judea. Ante
el los líderes religiosos, sacerdotes y ancianos claman por su condena a
muerte. Pilato pone ante la multitud a Jesús y a Barrabás, la multitud
persuadida por los líderes religiosos decide liberar a Barrabás. Pilato,
entonces, decide lavarse las manos para eximirse de la responsabilidad en la
condena de Cristo.
Luego de esto, Jesús el Nazareno, es despojado de sus ropas,
es azotado y escupido por la multitud. Durante su procesión hacia un lugar
llamado Gólgota, en las afueras de Jerusalén. Ahí le colocan una corona de
espinas y le hacen cargar su propia cruz. Al ser puesto en la cruz, Jesús es
rodeado por dos ladrones, en el evangelio de Nicodemo y el evangelio de Lucas
se les conoce como Dimas el buen ladrón, puesto a la derecha de Jesús, y, el mal
ladrón de nombre Gestas: quien es puesto a su izquierda. Más tarde Jesús
expira, y ocurre, según las escrituras, el oscurecimiento del cielo, la rotura
del velo del templo y un temblor en toda la tierra. Ya muerto Jesús, el cuerpo
es reclamado por José de Arimatea ante Pilato, es envuelto en un manto y
llevado a una cueva sellada con una piedra, de la que más tarde saldría
resucitado.