USO INDEBIDO DE MEDICAMENTOS RECETADOS (2)

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UNO MENOS

Salvador Farfán Infante

¿Es peligroso tomar medicamentos recetados en combinación con otros medicamentos?

La seguridad o inocuidad de tomar medicamentos recetados en combinación con otras sustancias depende de varios factores, entre ellos, los tipos de medicamentos, las dosis, el consumo de otras sustancias (por ejemplo, alcohol) y los factores de salud individuales del paciente. Los pacientes deben preguntarle al médico si pueden tomar sin riesgo los medicamentos recetados junto con otras sustancias, incluidos medicamentos recetados y de venta libre, alcohol, tabaco y drogas ilegales. Específicamente, las drogas que reducen la frecuencia respiratoria—como los opioides, el alcohol, los antihistamínicos, los depresores del sistema nervioso central y los anestésicos generales—no se deben tomar juntas porque al combinarlas se aumenta el riesgo de una depresión respiratoria que puede poner en peligro la vida.4,26 Los estimulantes tampoco se deben tomar con otros medicamentos a menos que lo recomiende el médico. Los pacientes deben conocer los peligros de combinar estimulantes con medicamentos para el resfrío de venta libre que contienen descongestivos, ya que la combinación de estas sustancias puede elevar la presión sanguínea a niveles peligrosos o causar irregularidades en la frecuencia cardíaca.27

¿Qué tipos de medicamentos recetados se usan comúnmente en forma indebida?

OPIOIDES

BENZODIACEPINAS

¿Cómo se puede evitar el uso indebido de medicamentos recetados?

Médicos, pacientes y farmacéuticos

Los médicos, pacientes y farmacéuticos pueden todos cumplir una función en la identificación y prevención del uso no medicinal de los medicamentos recetados.

Médicos. Más del 84% de los habitantes de Estados Unidos tuvieron contacto con un profesional de la salud en 201654, lo que coloca a los médicos en una posición única para identificar el uso no medicinal de medicamentos recetados y tomar medidas para evitar que el abuso que el paciente hace del medicamento llegue a convertirse en un trastorno por consumo de drogas. Cuando el médico le pregunta al paciente sobre todos los medicamentos que toma, puede ayudarlo a reconocer si existe un problema, ofrecerle el tratamiento adecuado o derivarlo adonde le brinden tratamiento, y establecer metas para la recuperación. Existen herramientas de detección basadas en datos reales para identificar el uso no medicinal de medicamentos recetados que el médico puede incorporar a las consultas médicas de rutina (ver la página NIDAMED (en inglés) con recursos para profesionales médicos y de la salud). Los médicos también deben notar todo aumento repentino de la cantidad de medicamento que necesita el paciente o los pedidos frecuentes y no programados de una nueva receta. Deben estar alertas al hecho de que quienes abusan de los medicamentos recetados pueden recorrer consultorios—es decir, pasar de un médico a otro—para tratar de conseguir varias recetas de sus medicamentos preferidos.

Los programas de vigilancia de medicamentos recetados (o PDMP, por su sigla en inglés) son bases electrónicas de datos que mantiene el estado para realizar el seguimiento de las recetas y las ventas de medicamentos recetados controlados; estos programas son también herramientas importantes para identificar y evitar el abuso de los medicamentos recetados. Si bien en la actualidad las investigaciones sobre el impacto de estos programas muestran resultados dispares, el uso de los PDMP en algunos estados se ha vinculado a índices más bajos de prescripción y sobredosis de opioides55–58, aunque los temas de  mejores prácticas, facilidad de uso e interoperabilidad quedan todavía por resolver.

En 2015, el gobierno federal puso en marcha una iniciativa para reducir las sobredosis y evitar que las personas desarrollen un trastorno por consumo de opioides. Los esfuerzos federales coordinados (en inglés) para abordar de forma segura el uso indebido, la adicción y la sobredosis de opioides mientras se comprende, gestiona y trata el dolor están en curso. Entre ellos se incluye la Iniciativa Ayudando a Poner Fin a la Adicción a Largo Plazo (HEAL, por su sigla en inglés) (en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud. En línea con estos esfuerzos, los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) publicaron en 2016 sus Directrices de los CDC para la prescripción de opioides para el dolor crónico. En 2019, los CDC emitieron un aviso (en inglés) contra la aplicación incorrecta de la directriz en respuesta a políticas y prácticas que no eran coherentes con sus recomendaciones. En ese mismo año, el HHS proporcionó una guía sobre la reducción progresiva de los opioides (en inglés) para los médicos que estuvieran considerando reducir la terapia con opioides para las personas que sufren dolor crónico.

Para obtener información actualizada sobre la reducción de los riesgos relacionados con la prescripción de opioides, los médicos pueden consultar la directriz de práctica clínica sobre la prescripción de opioides para el dolor de los CDC (en inglés) de 2022.

Evitar o detener el uso no medicinal de medicamentos recetados es una parte importante del cuidado del paciente. Sin embargo, ciertos pacientes pueden beneficiarse de los estimulantes, sedantes o analgésicos opioides recetados. Por lo tanto, los médicos deben balancear las necesidades médicas legítimas de un paciente con el riesgo de uso indebido y los perjuicios correspondientes.

Fuente: National Institute Drugs of Abuse (NIDA)

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