· Al encabezar la ceremonia del Día del Maestro, el rector entregó reconocimientos y distinciones
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Rechazó los intentos injerencistas de modificar reglamentaciones de universidades autónomas y las denostaciones a los logros de la Universidad Nacional
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La Junta de Gobierno ha sido el órgano estabilizador de esta casa de estudios, sostuvo José de Jesús Orozco Henríquez
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La Universidad ha podido enfrentar amenazas y ha salido fortalecida gracias al apoyo de su comunidad, señaló Nadima Simón Domínguez
La UNAM es una universidad libre y autónoma, en donde todos podemos expresarnos con libertad, respeto y sin hegemonías ideológicas impuestas, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers.
Al presidir la ceremonia del Día del Maestro, aseveró que educar es sembrar talentos y nuevas esperanzas para México y para la humanidad; y “sembrar” en la Universidad Nacional es hacerlo en el mejor de los campos: en una Universidad laica y pública, en permanente evolución y con un ímpetu incontenible; y que promueve la paz y la movilidad social, al instruir a un alumnado en el que ocho de cada 10 estudiantes provienen de familias cuyo ingreso es menor a cuatro salarios mínimos.
“Es una Universidad que promueve y aspira a la igualdad, a la justicia y a la excelencia en todas y cada una de sus funciones. Una Universidad comprometida con la honestidad y la veracidad” subrayó el rector en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
Acompañado
por la presidenta en turno de la Junta de Gobierno, Elena Centeno García; del
presidente de la Junta de Patronos, Jonathan Davis Arzac y por ex rectores de
esta casa de estudios, Graue Wiechers entregó el Reconocimiento al Mérito
Académico a profesores e investigadores que cumplen 50 años de servicio.
Enseñar,
preservar y generar conocimientos, así como transmitir valores, ejemplos, y
dispersar saberes en beneficio de nuestro pueblo son las labores sustantivas de
la UNAM, las cuales se han cumplido a cabalidad con libertad y autonomía,
sostuvo el rector.
También
expresó que los académicos han ejercido y defendido la autonomía de la
institución en distintos momentos de nuestra historia y son la esencia y el
bastión más sólido de la Universidad.
Además,
entregó las insignias y distinciones que acreditan como investigadores o
profesores eméritos a: Alicia Adelaida Girón González, Agustín López Munguía
Canales, Enrique Leff Zimmerman, Laura Aurora Benítez Grobet, Rubén Argüero
Sánchez, Juan Gerardo Oliva Salinas y Jorge Fernández Ruiz.
De
igual forma, otorgó reconocimientos a Jaime Humberto Urrutia Fucugauchi y a
José de Jesús Orozco Henríquez exintegrantes de la Junta de Gobierno que
concluyeron su encargo. Asimismo, a Othón Canales Treviño quien terminó sus
funciones en la Junta de Patronos de la UNAM.
“Hoy,
en esta ceremonia, reconocemos a quienes han dedicado cinco décadas de sus
vidas a formar generaciones; a quienes lo han hecho en forma excepcional,
siendo reconocidos con el emeritazgo y a quienes concluyeron la alta
responsabilidad que les confiere la Ley Orgánica como miembros del Patronato y
de la Junta de Gobierno”, aseveró.
Expresó
que esta ceremonia del Día del Maestro es la última que presidió como rector y
agradeció el compromiso de los maestros. “Gracias a ellos estamos de pie,
firmes y avanzando”.
Defensa
de la autonomía
Graue
aseguró que la Ley Orgánica que nos rige es el fruto de experiencias históricas
y gracias a ella la UNAM ha podido crecer con estabilidad y solvencia.
Aseveró
que nuestra reglamentación nos ha permitido actualizar permanentemente diversas
normas para darle firmeza, actualidad y certeza a nuestro quehacer académico;
por ello, expresó preocupación ante los intentos injerencistas de modificar
reglamentaciones a universidades autónomas de algunos estados y “las repetidas
denostaciones a los logros de nuestra casa de estudios”.
“Pero
tenemos claro que la forma de gobernarnos y relacionarnos con la sociedad es
una decisión libre y soberana de las y los universitarios, tal y como lo
establece nuestra legislación y sus leyes reglamentarias.
“Estoy
seguro de que todos los aquí presentes compartimos esta convicción y que
juntos, indudablemente, defenderemos nuestra autonomía y libertad. Por
supuesto, yo, desde la Rectoría, me empeñaré y me comprometo a ello”, dijo.
Expuso
que en los siguientes meses iniciará el proceso de sucesión de rector,
convocado en su momento por la Junta de Gobierno, lo cual generará gran
actividad y que diversas voces se expresen. Todo ello será reflejo de la
comunidad vital, plural y diversa que es la UNAM.
“Todas
estas expresiones que sucedan —dentro de nuestro marco normativo— serán siempre
bienvenidas y servirán para construir un mejor futuro”, sostuvo.
La
Junta de Gobierno, órgano de estabilidad
En
nombre de los exmiembros de la Junta de Gobierno y de la Junta de Patronos de
la UNAM, José de Jesús Orozco Henríquez afirmó que la Junta de Gobierno ha sido
el órgano estabilizador que ha evitado los frecuentes vacíos de autoridad
ocurridos con anterioridad.
En
78 años ha designado a 15 rectores, por lo que el promedio del periodo de cada
titular ha sido superior a los cinco años. El procedimiento de elección permite
la activa participación de la comunidad universitaria y la preponderancia de
los argumentos, razones, méritos e intereses académicos de la Universidad.
Este
cuerpo colegiado también ha defendido nuestra autonomía, como en 1968, en que
receptiva al sentir de la comunidad, no aceptó la renuncia del rector Javier
Barros Sierra, ante las indebidas presiones del gobierno.
Rememoró
que tanto la Junta de Gobierno como la Junta de Patronos surgieron con la Ley
Orgánica de la Universidad de 1945, a fin de superar las crisis derivadas del
inapropiado traslado de aspectos de la democracia política que ocasionaron
inestabilidad y clientelismo, en lugar de privilegiar los méritos académicos.
En
la UNAM, agregó, hay una acentuada distribución de funciones que impide a un
solo órgano monopolizar el poder, y dada la integración y representatividad de
los órganos colegiados existen mecanismos de control inter e intra orgánicos, a
fin de que esta casa de estudios esté a salvo de grupos con intereses sectarios
que pretendan ser hegemónicos. Así, se ha garantizado la libertad de catedra,
el pluralismo académico, la diversidad de pensamiento, entre otros.
Orozco
Henríquez también destacó que, por primera vez, la Junta está integrada en su
mayoría por mujeres.
En
representación de los académicos distinguidos por 50 años de labores en la
UNAM, Nadima Simón Domínguez externó el júbilo y gratitud de los galardonados
por el reconocimiento. Aseguró que la cátedra es el lugar idóneo para expresar
con libertad las verdades de la ciencia y que la búsqueda incesante del
conocimiento sólo puede realizarse en un ambiente de libertad, como sucede en
esta casa de estudios.
Recordó
que en 1929 la Universidad obtuvo su autonomía y el camino para ejercerla ha
estado lleno de vicisitudes como los embates que enfrentó en 1968, durante los
movimientos de los años 70’s, la huelga de 1999, entre otros.
“Hemos
sido testigos de que la UNAM ha podido enfrentar amenazas y ha salido
fortalecida de ellas gracias al apoyo de su comunidad. Estamos seguros que este
apoyo será el mismo en las actuales circunstancias”, apuntó.
Comentó
que para los galardonados ha sido un enorme privilegio pasar 50 años en la
Universidad Nacional, institución noble y altruista que los apoya, cobija y
reconoce. “A estas alturas del camino, con la fatiga natural del viaje, le
pedimos, señor rector, que reciba nuestra gratitud a la UNAM y nuestro renovado
compromiso de trabajar hasta el límite de nuestras fuerzas por el
engrandecimiento de México y de nuestra Universidad”, dijo.
De
igual forma, Laura Aurora Benítez Grobet, quien habló en representación de los
nuevos investigadores y profesores eméritos, agradeció a esta casa de estudios
la posibilidad de realizar sus proyectos y propuestas académicas y comunicarlos
a sus estudiantes y discípulos para el beneficio de la Universidad Nacional y
nuestro país.
FUENTE: UNAM