- Ofrecerá
cuatro funciones, del 26 al 29 de octubre, como parte del ciclo Nuestras
Latitudes.
Este montaje es un
monólogo que parte de una investigación realizada en el municipio de Abasolo,
en Guanajuato. Esta historia da voz a un niño que desapareció. Mi mamá me buscó
hasta cansarse, hasta que ya no pudo, gritó y rompió cosas, y cuando nadie le
hizo caso, se fue del pueblo antes de que terminaran con ella, ojalá un día los
gobiernos entiendan que las madres que buscan, gritan y rompen cosas no son
criminales, son señoras llenas de amor, que están buscando a sus hijos para
abrazarlos y decirles cuanto los quieren.
La Secretaría de Cultura
del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura
(Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y Vaso Teatro,
presentan la puesta en escena Niño del agua, con dramaturgia,
dirección y actuación de Manuel Barragán.
Sus funciones serán del 26
al 29 de octubre, como parte del ciclo Nuestras Latitudes. Sus
funciones se realizarán el jueves y viernes a las 20:00 horas, sábado a las
19:00 y domingo a las 18:00, en la Sala Xavier Villaurrutia del
Centro Cultural del Bosque.
Esta puesta en escena
retrata el fenómeno de la violencia y la manifestación de ésta, mediante los
crímenes de odio. “Es un monólogo que escribí, también dirijo y actúo; la obra
viene a hablar sobre desaparecidos, crímenes de odio que se quedan guardados en
las historias de los pueblos y de las familias”, comentó en entrevista Manuel
Barragán.
“Esta obra es resultado de
una exploración de la vida de mi pueblo y su gente; también es un viaje a una
herida profunda dentro de una historia familiar, un asesinato no resuelto.
Utilizando el bio-drama y elementos del teatro testimonial hablo de la historia
de Jorge y de cómo la familia encontró su cuerpo después de meses dentro de un
pozo que estaba frente a la casa. En este monólogo el público participa e
interactúa con la obra, utilizando como pretexto ‘el convivio’ que es una de
las finalidades de este ritual llamada teatro”, continuó.
Este artista escénico tomó
como referencia este suceso para montar la historia, que también tiene
elementos de ficción entrelazados para narrar desde el punto de vista de otro
niño que también es lanzado al pozo, “los dos se vuelven amigos, están
esperando justicia y que los encuentren para irse a descansar, porque saben que
están muertos, pero necesitan trascender”, finalizó.
La asistencia general es
de Luis Garibay, la asesoría actoral de Maru Jones, los diseños de
escenografía y vestuario a cargo de la compañía Vaso Teatro y la
producción es de Jorge Alejo y Vaso Teatro.