Los franceses y el cine tienen una relación muy especial: desde los Lumière hasta los críticos convertidos en directores de la Nueva Ola, hay una simbiosis entre Francia y el cinematógrafo.
Veamos cómo luce una modesta producción francófona: Tú, Yo, los Niños y Nuestros Amantes.
Audrey Pottier (Elsa Zylberstein) es una exitosa chef quien debe viajar por trabajo. Su esposo, Jerome (Stéphane De Groodt), también saldrá de la Ciudad. Cual será la sorpresa de ambos, al encontrarse en la casa de campo. El asunto es, que ninguno está solo. ¿Felices los cuatro?
Esta película parecería una comedia de situaciones, enfocada en un dilema muy francés: la existencia de relaciones extramaritales.
El problema es que, desde el inicio, el humor es disparejo: oscila entre ser muy franco rayando en lo pedestre -la primera secuencia es un recital de términos sexuales vulgares encontrados en la música juvenil- combinado con otro, muy bobo, que tampoco nos hace reír. Comedia, no es.
Luego viene el melodrama. Se abunda en algo con el que todo mundo se podría identificar: los problemas familiares; pero serán los parlamentos o lo poco carismático de los actores que, la verdad, no empatizamos en absoluto.
Los personajes están mal escritos. Sus arcos narrativos no hacen sentido y están poco desarrollados. Si acaso el mejor personaje -además de los abuelos interpretados por Guy Marchand y Anne Bênoit- es el de la hermana Valérie, interpretada por Émilie Caen, cuyo discurso sobre el divorcio, se lleva la película.
En suma, fuera de algunos momentos fotográficos interesantes, esta coproducción con Bélgica nos deja mucho a deber. No culpes a la (falta de) lana, no culpes a la Francia, será que esta película, no nos ama.
TÚ, YO, LOS NIÑOS Y NUESTROS AMANTES
Una estrella y media
Dirige: Mélissa Drigeard
Actúan: Elsa Zylberstein, Stéphane De Groodt, Anne Bênoit
Duración: 101 min.
