Guadalupe
Valencia García, Tamara Martínez Ruíz, Marisa Belausteguigoitia Rius, Mabel
Gómez, Fátima Lahssini y Alicia Girón González participaron en el encuentro
“Género y Derechos Humanos en Asia y África”.
La realidad en la que viven las mujeres de
Asia, África y Latinoamérica a veces se considera lejana, por ocurrir en otras
partes del mundo, pero a la vez es cercana en familiares, incluso en personas
conocidas, con ecos de los propios retos y desafíos que naciones como México
enfrentan, coincidieron expertas de la UNAM y de la Universidad Hassan II,
Casablanca, Marruecos, al analizar los retos que representa el Día
Internacional de la Mujer.
Ni el 8 de
marzo, ni todo ese mes, son suficientes para la reflexión y la acción que se
debe realizar para promover la igualdad de género, así como el pleno respeto de
los derechos de las mujeres y las niñas en México y el mundo, expresaron las
participantes durante la inauguración del encuentro “Género y Derechos Humanos
en Asia y África”, realizado en formato a distancia y organizado por el Programa
Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA).
La coordinadora de Humanidades de la UNAM,
Guadalupe Valencia García, destacó que esta actividad académica se enfoca en
analizar el estado en que se encuentran esas regiones y Latinoamérica en
materia de violencia contra las mujeres, equidad de género, así como el
tránsito de los movimientos feministas, los retos a corto y largo plazos, así
como el papel de las universidades y los gobiernos a quienes se debe exigir
acciones realmente eficaces para abatir rezagos y disminuir la brecha de
género.
“En algunas regiones de los continentes
asiático y africano -pero también en nuestra región latinoamericana- no hemos
podido abatir, desafortunadamente, la discriminación, la desigualdad, el dolor
y la muerte asociadas a la violencia de género. No es legítimo, ni sano, buscar
desde estas latitudes con aires de superioridad -como a veces se hace-, los
esfuerzos que desde países árabes, asiáticos o africanos colegas feministas
hacen en la lucha por la igualdad como si nosotros hubiéramos superado esas
brechas”, expresó.
La UNAM ha realizado un importante esfuerzo
para lanzar proyectos, actividades y propuestas para abatir desde la
Universidad estos flagelos, así como buscar nuevas formas que permitan el pleno
ejercicio de los derechos humanos en igualdad y equidad, sin violencia y sin
ningún tipo de discriminación de género o identidad sexogenérica. “Aunque
todavía no hemos alcanzado lo que quisiéramos, los avances han sido
significativos y están a la vista si sabemos apreciarlos”.
A su vez, la Coordinadora para la Igualdad de
Género, de la Universidad Nacional, Tamara Martínez Ruíz, comentó que hablar de
Asia, África, México es cuestionar la herencia de dominación bajo la cual se
agenciaron dispositivos de resistencia, entre los cuales está el feminismo que
ha permitido tender puentes para hacer de las diferencias experiencias en común
que permitan trazar vías de entendimiento, de crítica y posibilidades de
transformación de la realidad que viven ellas.
“Significa hablar de opresiones, injusticias
históricas y poner, en primer plano, los derechos humanos, reconocer las
inequidades y las violencias a las que hemos estado sometidas millones y
millones de mujeres en el mundo, pero que nos hacen tomar conciencia de lo
urgente que resulta analizar estas realidades con una visión que sea profunda y
muy comprometida, entendiendo que el bienestar y cuidado debe ser comunitario y
feminista. Ello, además, beneficiaría a toda la sociedad”, refirió.
Al hacer uso de la palabra, la directora del
Centro de Investigaciones y Estudios de Género, de la UNAM, Marisa
Belausteguigoitia Rius, señaló que actividades como esta permiten ver cómo hay
una pujanza lingüística, verbal, metodológica de mujeres académicas y
activistas del mundo musulmán, que realizan no solo con la relectura sino una
reinterpretación del Corán, la literatura, cultura y prácticas, que tiene una
forma de apropiación e interpretación de las leyes islámicas.
“Muchas regiones no tenemos tanta diferencia,
queremos despegarnos y decir que nosotros vivimos en consonancia con los derechos
humanos, pero no es así, todos los días desaparecen 13 o 14 mujeres en México,
y no sé cuántas decenas en Latinoamérica. No tenemos tantas diferencias, lo que
sí tenemos es consonancias académicas en algo que es fundamental y es que una
cosa es la interpretación de este patriarcado e instituciones y sistemas, y
otra cosa es la lucha por una reinterpretación que está sucediendo muchísimo en
Asia y África”, dijo.
En tanto, la embajadora de México ante el Reino
de Marruecos, Mabel Gómez, subrayó: “tanto Asia como África son escenarios que
aparecen de manera recurrente cuando abordamos el largo recorrido de la lucha
global por la igualdad de género”.
Por ello, puntualizó que es importante que hoy
la UNAM ofrece, una vez más, un espacio privilegiado para el intercambio, el
debate, el conocimiento y, en última instancia, la mejor comprensión de
sociedades con las que México está llamado a forjar nuevas e innovadoras
alianzas de las que tendrá, sin duda, invaluables beneficios para su desarrollo
económico y social.
En la conferencia magistral “Género y Derechos
Humanos en el Islam”, Fátima Lahssini, experta de la Universidad Hassan II,
manifestó: desde la óptica islámica, o teoría, la mujer tiene el derecho a
elegir un compañero de vida, a separarse, a la maternidad, a la educación, lo
cual es diferente en la práctica porque ninguno de estos derechos reconocidos
en el Corán, son respetados.
En algunos de sus versículos afirman que los
hombres y las mujeres son iguales en la creación, al ser obra del creador, y su
felicidad solo se logra viviendo juntos y en armonía. Sin embargo, las
opiniones de los estudiosos difieren y pueden ser mal utilizadas para
justificar dichos como que el varón es mejor que ella, pues la mantiene con lo
que gasta, que son deficientes en la razón o que es un ser inferior al hombre.
Para la coordinadora del PUEAA, Alicia Girón
González, desde hace tiempo la Organización de las Naciones Unidas reconoce que
quienes crean la riqueza de los países son las mujeres, pues reproducen los
valores culturales, fomentan y arropan el producto que es la fuerza de trabajo.
FUENTE: UNAM