Con 88 días de afloramiento de agua dentro de su casa en
la Calle San León, en el Pedregal de Santa Úrsula, en Coyoacán, a la vecina
Herminia Parada le inquieta el daño que el caudal cause en la cimentación.
«Tenemos el agua en la bodega, abajo de la casa, nos preocupa cómo afecte
la estructura, pedimos a la Alcaldía una bomba para desalojar el agua, pero no
nos hacen caso», comentó Herminia, residente de la Manzana 627.
Hace 40 años, eran comunes los manantiales de agua, el relleno para construir
las casas los tapó y ahora, desde el 28 de marzo, se presentó el afloramiento,
explicó la vecina.
A un lado, continúan en operación dos bombas de seis caballos, que desalojan
hacia el drenaje el agua que brota bajo el piso de recámaras de la casa del
vecino Francisco Ortiz.
Continúan
sin hallar origen
«Hay avances, pero todavía no encuentran el origen exacto de la
fuga», comentó Ortiz.
Frente a una de las casas en la Calle San Celso, donde también las bombas
desplazan el volumen hacia la coladera, una familia tuvo que comprar una pipa
por la falta de agua en las llaves.
Los vecinos explicaron que por el cierre de válvulas para ubicar el tubo
fracturado, llevan cinco días con problemas de escasez de agua.
«Desde que comenzó la fuga, hemos tenido que comprar varias pipas de
agua», indicó la vecina Rosario Alfaro.