- La obra del ciclo Nuestras Latitudes, de la Coordinación
Nacional de Teatro, ofrecerá cuatro funciones: del 8 al 11 de junio, en El
Galeón Abraham Oceransky
La inquietante
historia de este montaje ocurre en el México de 1953, año en el que se le
concedió a la mujer el derecho al voto. Una mujer, cuyo marido murió en
circunstancias sospechosas, va a la oficina de un encumbrado productor de cine,
Mr. Bright. Cuando llega al recinto, se topa con la noticia de que Mr. Bright
está de viaje, por lo que no le será posible verlo. Ella engatusa hábilmente a
Tina, la asistente del productor para que le permita colarse en la oficina de
Bright. Es ahí donde, frente a una cámara, herencia de su marido, narra los
desvaríos que decantó en papel. Lo que parece ser una visita inofensiva se
convierte en un crimen deliberado.
La compañía
Sabandijas de palacio, presentan Mr. Bright, de Mariana
Hartasánchez, en codirección con Ismael Gimate, Fernando Flores y la misma
Hartasánchez, quien también actúa. Esta puesta en escena, que forma parte del
ciclo Nuestras Latitudes, ofrecerá cuatro funciones, del 8 al 11 de
junio, jueves y viernes a las 20:00 horas, sábado a las 19:00 y domingo a las
18:00 horas, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky del Centro Cultural del
Bosque (CCB).
Uno de los
objetivos de este proyecto es mostrar cómo la violencia que se ejerce día con
día contra las mujeres se ha convertido en una especie de fábula mediática ante
la que se siente indignación, sin permitir aún que las mujeres estén seguras en
las calles o en diversos espacios familiares y públicos.
El personaje
de la misteriosa y envalentonada M esconde su verdadera personalidad detrás de
distintos velos, mediante los cuales tiende una trampa al magnate Mr. Bright,
al que parece querer halagar y seducir.
Durante la
trama, M se muestra hablando hacia una cámara en la que se graban las palabras
y acciones que van dirigidas al empresario. La intérprete echa mano de una
comicidad explícita con la intención de ofrecer a las y los espectadores
“pistas falsas” que se van revelando durante la historia.
En el
transcurso de la puesta, el tono va cambiando progresivamente con sus
elementos, ajustando la interpretación a una atmósfera de cine, pues la música,
la escenografía y las proyecciones obedecen a la necesidad de recrear encuadres
de una cámara con cuidadosas composiciones plásticas para ofrecer perspectiva,
profundidad, velocidad y demás recursos que simulan un filme, y fusionan la
teatralidad con aspectos imaginarios de la pantalla grande.
El diseño de
escenografía e iluminación es de Fernando Flores, mientras que Leticia Méndez
se encarga del diseño de vestuario; la producción ejecutiva, diseño y operación
audiovisual es de Ismael Gimate y la difusión y redes sociales, de Pako
Granados.