Hoy fue despedido con honores en un funeral de Estado en la catedral de Milán que reunió a las mayores autoridades del país y a su amplia dinastía. Previamente sus restos fueron velados privado. La carroza cruzó la ciudad donde esperaban sus familiares. Posteriormente el ataúd fue trasladado en procesión, escoltado y recibió las honras de las fuerzas armadas italianas. Por disposición oficial todas las banderas del país ondeaban a media asta. En la calle, seguidores del ex primer ministro, y empresario le esperaban, a su llegada le despidieron con aclamaciones al pasar del carro fúnebre.