Un potente sismo remeció una zona rural y montaña en el este
de Afganistán en la madrugada del miércoles y causó mil muertos y mil 500
heridos, según un alto responsable de una de las provincias más afectadas. Las
autoridades advirtieron que la macabra cifra podría aumentar.
«El balance llegó a los mil muertos y esta cifra aumenta. La gente cava
tumba tras tumba», declaró el jefe del servicio de Información y Cultura
de la provincia de Paktika, Mohamad Amin Huzaifa, en un mensaje a la prensa.
La información sobre el temblor de magnitud 6.1 registrado
cerca de la frontera con Pakistán seguía siendo escasa, pero los terremotos de
esa potencia causan daños severos, especialmente en una zona como esta donde
los edificios están mal construidos y los derrumbes son habituales.
Los expertos dicen que el epicentro estuvo a apenas 10 kilómetros (6 millas) de
profundidad, otro factor que podría incrementar el impacto.
El desastre es una prueba importante para el Gobierno liderado por el Talibán,
que llegó al poder el año pasado en medio de la caótica retirada de Estados
Unidos de la guerra más larga de su historia, dos décadas después de derrocar a
la milicia tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Los rescatistas llegaron a la zona afectada en helicópteros este miércoles,
pero es posible que la respuesta sea complicada ya que muchas agencias de ayuda
internacionales abandonaron el país tras el ascenso talibán.
El Departamento Meteorológico de la vecina Pakistán explicó que el epicentro
estuvo en la provincia afgana de Paktika, a unos 50 kilómetros (31 millas) al
suroeste de la ciudad de Khost. Se registraron daños en edificios en la
provincia de Khost, y los temblores se sintieron hasta en la capital paquistaní,
Islamabad.
Las imágenes tomadas en Paktika mostraban a hombres llevando a las víctimas
sobre mantas a helicópteros que esperaban para sacarlos del lugar. Otros eran
tratados en el lugar: un residente recibía fluidos por vía intravenosa sentado en
una silla de plástico cerca de los restos de su vivienda, mientras otros
estaban tendidos en camillas.
En otras fotografías, los residentes rebuscaban entre los ladrillos de arcilla
y los escombros de las casas de piedra derruidas, algunas con los tejados o las
paredes caídas.
La cifra de fallecidos reportada por la agencia noticiosa Bakhtar igualó a la
registrada en un terremoto que sacudió el norte de Afganistán en 2002, poco
después de que la invasión encabezada por las tropas estadounidenses derrocaran
al Gobierno talibán. Son los más letales desde 1998, cuando otro movimiento
telúrico de 6.1 grados y las réplicas posteriores mataron a al menos 4 mil 500
en una zona remota del noreste.
En la mayoría de los lugares del mundo, un sismo de esta magnitud no causaría
una devastación tan grande, apuntó Robert Sanders, sismólogo del Servicio
Geológico de Estados Unidos. Pero, en estos casos, la cifra de víctimas suele
depender de la geografía, la calidad de las construcciones y la densidad de
población.
«Como es una zona montañosa hay desprendimientos de rocas y deslaves de
los que no nos enteraremos hasta que se reporten más adelante. Los edificios
más antiguos son propensos a desmoronarse», explicó.
«Debido a lo condensada que está la zona en esa parte del mundo, en el
pasado hemos visto sismos similares que causaron daños importantes».
Antes en el día, el director general de Bakhtar, Abdul Wahid Rayan, escribió en
Twitter que 90 viviendas quedaron destruidas en Paktika y que se creía que
docenas de personas podrían estar atrapadas bajo los escombros. La Media Luna
Roja afgana envió 4 mil mantas, 800 tiendas de campaña y 800 kits de cocina a
la zona afectada, agregó.
En la capital, Kabul, el Primer Ministro, Mohammad Hassan Akhund, convocó una
reunión de emergencia en el Palacio Presidencial para coordinar los esfuerzos
de ayudar.
Por su parte, Bilal Karimi, vocero adjunto del Gobierno talibán, instó en
Twitter a que las agencias de ayuda enviasen equipos a la zona.
«La respuesta está en camino», aseguró el coordinador de Naciones Unidas
en Afganistán, Ramiz Alakbarov, en Twitter.
En un comunicado, el Primer Ministro paquistaní, Shahbaz Sharif, ofreció sus
condolencias a las víctimas y afirmó que su Gobierno brindará ayuda al pueblo
afgano.
Solamente en un distrito en la provincia de Khost el sismo causó al menos 25
fallecidos y más de 95 heridos, apuntaron las autoridades locales.
En algunas zonas remotas de Pakistán se reportaron daños en viviendas próximas
a la frontera afgana, pero no estuvo claro de inmediato si estuvieron causadas
por las lluvias o al sismo, dijo Taimoor Khan, vocero de la agencia local de
gestión de desastres.
El montañoso Afganistán y la región del sur de Asia que transcurre a los pies
del macizo de Hindu Kush, donde se encuentran las placas tectónicas india y
euroasiática, han sido durante mucho tiempo vulnerables a terremotos
devastadores.