Silvia Olvera                                    

Agencia Reforma

Monterrey, NL 11 noviembre 2024.- Si Donald Trump cumple como Presidente de Estados Unidos su amenaza de imponer aranceles, México debe responder con represalias y buscar aquellas que realmente «calen» dentro de sus electores y sectores republicanos, exhortó Ildefonso Guajardo, ex Secretario de Economía.

El ex negociador de lo que hoy es el T-MEC añadió que el nivel de amenaza dependerá de cómo se negocie como País.

Recordó que fue en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador cuando Trump hizo un cruce de amenazas entre el tema migratorio y el comercial, y señaló que impondría aranceles al sector automotriz si México no blindaba sus fronteras.

«Dijo ‘si no me ayudas en migración, voy a hacer esto en materia comercial’. Fue un error haber aceptado esa amenaza. Trump como buen negociador de bienes raíces hace un ‘bluff’ y el problema es comprarle el ‘bluff’ completo, debimos haberle contestado con aranceles.

«Él va a intentar solucionar sus problemas de la agenda bilateral utilizando los temas de la revisión del acuerdo y de la política arancelaria, pero es trabajo nuestro el poder diseñar una estrategia para defendernos de esas presiones.

«Hay que buscar los sectores republicanos con mayor aceptación de Trump, o sea, que le cale dentro de sus electores. Si el Presidente (electo) Trump establece aranceles ilegales fuera del Tratado, a México el Tratado le da derecho a imponerle aranceles en la misma cantidad», aseveró.

México ya ha implementado represalias que han propiciado que Estados Unidos dé marcha atrás a su medida unilateral, como fue el caso del cierre de frontera al autotransporte de carga en marzo del 2009, en la Administración de Barack Obama.

Tan sólo ocho días después de ese cierre, el Gobierno de Felipe Calderón impuso represalias a 89 productos de Estados Unidos, a los que les aplicó aranceles de entre 10 y 45 por ciento, como champús, dentífricos, libros, joyería, electrodomésticos, cebollas, peras, cerezas y alimentos para mascotas.

Durante dos años estuvieron esas represalias, que de acuerdo con el Representante Comercial de Estados Unidos, propiciaron pérdidas por unos 2 mil millones de dólares a los sectores afectados en ese país.

En el 2011, Obama reabrió la puerta a camiones de carga mexicanos bajo un programa transfronterizo.

Sin embargo, Tony Payan, director del Centro México-Estados Unidos en el Baker Institute, de la Universidad de Rice, advirtió que si bien a ningún país le conviene una guerra comercial, en caso de entrar en un escenario de aranceles y represalias, México perdería más.

«Realmente el mercado grande es el de Estados Unidos y creo que México no tiene el palancaje y la capacidad de imponer aranceles porque también se convertiría en una guerra comercial en la cual México saldría perdiendo, el americano pagaría un precio más alto en los productos de consumo limón, aguacate, tomate, el aparato médico, el automóvil, pero el mercado fuerte es el de Estados Unidos.

«México es el consumidor número uno de granos de trigo, maíz y frijol, y si entramos en una guerra de ojo por ojo, por supuesto que va a haber sectores que van a sufrir, pero también si México impone aranceles equivalentes sobre la industria agrícola de Estados Unidos, van a subir los precios en México y eso lo van a terminar pagando los consumidores».

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