El piloto de MotoGP Francesco Bagnaia, de vacaciones en Ibiza,
tuvo un accidente cuando su vehículo salió de la ruta sin lastimarse ni
implicar a otras personas, pero con una tasa de alcoholemia superior al límite
autorizado, explicó el italiano el martes por la noche.
«Al salir de una discoteca a las 3:00 horas, circulaba en una rotonda
cuando terminé con la ruedas delanteras en una fosa sin implicar a otros
vehículos o personas», escribió el piloto de 25 años, que festejaba en la
isla española su victoria en el Gran Premio de Países Bajos el 26 de junio.
«El test de alcoholemia efectuado por la policía reveló que la tasa de
alcoholemia era superior a la que autoriza la ley española», continuó
Bagnaia, quien dijo que lamentaba esta grave imprudencia que no tendría que
haber ocurrido.
Fuentes policiales confirmaron que el piloto italiano dio un poco más del
triple de lo permitido por la legislación española.
Según la prensa insular, «Pecco» Bagnaia fue controlado tras el
accidente con una tasa de 0.87 mg de alcohol por litro de aire espirado, más
allá del límite autorizado de 0.25 mg.
De acuerdo con la ley española, una tasa de alcohol por encima de 0.60 mg por
litro en aire espirado se considera delito, por lo que Bagnaia tendrá que
someterse a un juicio rápido en el que puede ser castigado a una pena de
prisión de entre tres y seis meses o entre uno y tres meses de trabajo para la
comunidad o una multa, y la retirada del permiso de conducir entre uno y cuatro
años.
Las fuentes policiales descartaron que el piloto pueda recibir una pena de
cárcel, ya que los daños fueron muy leves, no hubo más implicados, apenas hubo
daños a la vía pública.
«Casi no bebedor», el piloto asegura haber aprendido la lección y
dijo a sus simpatizantes en las redes sociales.
«Nunca agarren el volante luego de haber bebido».
Subcampeón mundial de MotoGP en 2021, detrás del francés Fabio Quartararo, el
italiano de la escudería Ducati ocupa este año el cuarto puesto de la
clasificación de pilotos a media temporada.