La fortaleza de Ignacio López Tarso tiene sorprendido al
cuerpo médico que lo atiende en un hospital de la Ciudad de México, pues a sus
97 años ha respondido favorablemente a la lucha contra la neumonía bacteriana
que padece.
Serán de cinco a siete días más los que el primer actor permanecerá internado,
pues se le aplica una fuerte dosis de medicamento vía intravenosa para combatir
la infección, informó su hijo Juan Ignacio Aranda.
«Amaneció mucho mejor, es increíble su recuperación, está con una fuerte
dosis de medicamentos en la sangre, es la única manera que él podría recibir
tanto medicamento, no lo soportaría su débil estómago», agregó el también
actor.
«Está muy bien tratado y en sí, su reacción ha sido sorprendente. El
infectólogo vino hoy (ayer) en la mañana y se sorprendió al verlo tan bien.
Hasta dijo que mi padre podría salir en cinco días».
A López Tarso se le practicó la prueba de Covid-19 en el
nosocomio ubicado en la Colonia Roma y salió negativo, al igual que de la
influenza.
«Un doctor nos dijo que permanecería aquí de 7 a 10 días, pero el
infectólogo que lo visitó y revisó sus radiografías comentó que era asombroso
cómo ha mejorado, que se ve muy bien y que si sigue así en cinco días él lo
daría de alta», indicó.
López Tarso está de muy buen humor y ya se quiere ir a su casa porque se siente
muy bien.
«Como todo va por la sangre, tanto medicamento como antibiótico, tiene que
quedarse aquí hasta que se cure al 100 por ciento y pueda regresar a su
casa», comentó Aranda, quien pasó la noche en el hospital junto a su
padre.
Durante la madrugada tuvo un poco de flema, pero durmió muy bien.
«Hoy (ayer) en la mañana se despertó con mucha hambre, estuvo muy
platicador, muy lúcido, incluso le coqueteó a dos o tres enfermeras.
«A los 97 años, cualquier enfermedad es delicada y una neumonía más. Él
tiene problemas en sus pulmones por la edad. No tiene enfisema ni nada, pero sí
fumó», indicó.
¡Qué susto!
La tarde del lunes, Ignacio López Tarso comió con su hija Susana aparentemente
sin ningún problema de salud. Después el actor vio televisión en su casa, donde
lo atienden un par de personas, y por la noche empezó a sentirse mal.
«Cuando llegó mi hermana a las nueve (de la noche) mi papá estaba
desvanecido y temblando de frío», contó Aranda.
Su hermana se asustó al verlo y la familia entró en pánico.
«Dice Susana que temblaba y yo llegué después, a las diez y cacho.
Llamamos al geriatra y mi papá apenas podía abrir los ojos y hablar. Nunca lo
había visto tan mal», indicó el actor.
Pidieron un ambulancia porque su presión estaba baja y fue trasladado al
hospital la misma noche del lunes