Tepeji del río, hgo.-“Las artesanías que hacemos a mano las
elaboramos con mucho amor y para preservar nuestras tradiciones indígenas y
aprendimos esta actividad artesanal por mujeres adultas mayores en nuestra
comunidad indígena ñhañhu Sal Ildefonso, desde que éramos niñas y llevamos más
de diez años practicando la trayectoria de telar de cintura”.
Lo anterior fue expresado, ayer, por Cristina Benítez Ruperto
y Claudia Benítez Avelino, mujeres artesanas ñhañhus, quienes expedieron sus
artesanías como tenangos, servilletas, morrales, monederos, rebozos, pie de
cama, camino de mesa, señidor, tapetes, blusas con bordados, corrales y otros
artículos, en el jardín principal de esta ciudad, dentro de la conmemoración
del Día Internacional de la Mujer.
Las entrevistadas coincidieron en decir que son muy felices
creando a mano artesanías propias de la comunidad indígena ñhañhu San
Ildelfonso perteneciente a este municipio y de Tenango de Doria.
Cristina Benítez mencionó que desde niña vio cómo su abuela
Silvina Pantaleón elaboraba artesanías hechas a mano y de allí le surgió la
idea de aprender a elaborarlas.
“Mi maestra Felipa Calva fue la que me enseño a crear
artesanías indígenas de telar de cintura y comencé a elaborar servilletas y
ahora hago de todo tipo de artesanías de esta región así como del municipio
hidalguense de Tenango de Doria” indicó la artesana.
Aseguró que a veces salen a ofertar sus productos a las expos
y no venden nada, sin embargo, hay días que si llegan a vender servilletas cuyo
precio va desde los cien a doscientos pesos y rebozos que oscilan entre
novecientos a dos mil pesos, dependiendo el diseño de bordado.
“Lo que gano es para comprar material como hilo de algodón
natural, superfina, hilo de cristal y artisela” citó la mujer indígena ñhañhu.
Mientras que Claudia Benítez dijo que ella veía a su abuela
Andrea Vargas como torcía los hilos y de allí le llamo la atención aprender
esta actividad artesanal desde que era niña en su natal comunidad indígena
“Yo observaba que las mujeres adultas mayores hacían las
artesanías manualmente en el kiosko de la plaza principal de San Ildelfonso y
me acerqué a ellas para aprender y fue la señora María Isidro quien me enseñó a
hacer el telar de cintura” señaló la informante.
Finalizó diciendo que al ver los hilos de múltiples colores le
motiva a hacer artesanías y bordados, aunque a veces no se gana mucho dinero y
lo que se obtiene es para invertir en la materia prima natural.