El rumor de un secuestro a Catalina Amalia de Orange,
la princesa heredera de Países Bajos, inició hace varias semanas y solamente ha
cobrado fuerza, hoy las sospechas se ciernen sobre la mafia marroquí, cuyo
líder permanece encarcelado en Vught, al sur de los Países Bajos.
Según medios del país, el
Servicio General de Inteligencia y Seguridad ha logrado encriptar llamadas
telefónicas de una organización criminal en el que se apuntaba como próximo
objetivo a la heredera de la Corona y al primer ministro holandés, Mark
Rutte.
Se sospecha de Ridouan Tagui,
el ciudadano holandés-marroquí lleva más de dos años arrestado, luego que fuera
interceptado por la policía en Dubái en los Emiratos Árabes. Se le acusa
de estar involucrado en una decena de asesinatos por narcotráfico. También
podría ser responsable de la muerte del periodista Peter R. de Vries, quien
falleció baleado en 2021 en el centro de Ámsterdam.
Amalia ya había comentado
sobre la sensación de estar encerrada y no sentirse como un estudiante común.
Sale para ir a la universidad, en Ámsterdam, y después regresa al palacio Huis
ten Bosch, la residencia oficial de la familia real, en La Haya.
“No sale prácticamente de
casa. Seguramente ha escuchado ciertos mensajes que están circulando”
confirmó la reina Máxima de los Países Bajos, en una visita de Estado el jueves
13 de octubre de 2022 a Suecia.
Expertos en seguridad y
terrorismo dan credibilidad a la amenaza y ven “altamente probable” que el
desafío provenga de grupos criminales ligados al narcotráfico. Gary Hale,
investigador en política de drogas y estudios sobre México en el Instituto
Baker, reconoce que África se ha convertido en el punto de tránsito de la droga
de Latinoamérica a Europa, y no descarta golpes del narcotráfico internacional
en Holanda.