Forma parte de “El Camino Real Tierra Adentro”,
declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Aculco
celebra 197 años de ser un municipio libre y soberano, por lo que la Secretaría
de Cultura y Turismo, a través de la Subsecretaría de Turismo, se suma a las
celebraciones al reconocer sus atributos naturales, culturales, históricos,
gastronómicos y artesanales que son de gran importancia y representación para
el Estado de México.
Rodeado de montañas,
peñas y cascadas, Aculco fue nombrado Pueblo Mágico en el año 2015, lo cual lo
hace un destino turístico imperdible para vivir y disfrutar grandes
experiencias. Se ubica a tan sólo a una hora y media de la Ciudad de México y a
una hora de Toluca.
Entre los sitios
naturales que se pueden admirar está la cascada de la Concepción la cual
alcanza más de 25 metros de altura. Además, sus paredes de basalto la hacen el
lugar perfecto para practicar rapel.
También está la cascada
de Tixhiñu, con una caída de 15 metros de altura y cuenta con un cañón en el
que las y los visitantes pueden realizar camping, rapel y ciclismo de montaña.
Ambas cascadas son un gran espectáculo de la naturaleza.
Si de turismo religioso
se trata, en este Pueblo Mágico se encuentra la Parroquia de San Jerónimo
construida en 1540 cuya arquitectura es de estilo barroco. En el patio central
se aprecia un reloj de sol que data del siglo XVIII y en la sacristía, óleos de
gran valor, entre ellos “La última cena”, un lienzo de grandes dimensiones del
pintor Miguel Cabrera.
También se puede recorrer
el Santuario del Señor de Nenthé de arquitectura moderna; o la Capilla del
Señor del Pasito con su exterior de cantera rosa del siglo XVIII.
Aculco tiene el
privilegio de compartir uno de los cuatro Patrimonios Culturales de la
Humanidad del Estado de México, el Camino Real Tierra Adentro que era utilizado
como una vía importante del comercio antiguo, para transportar y comercializar
plata, mercurio, trigo y maíz; iniciaba en la Plaza de Santo Domingo en la
Ciudad de México y concluía en Santa Fe, Nuevo México.
Otro sitio histórico a
visitar durante la estancia en Aculco, son los lavaderos públicos, construidos
en 1882 para uso de la comunidad que se abastecían del manantial Ojo de Agua.
En la actualidad los
lavaderos son parte de las leyendas, como la de la bruja, y crónicas del
municipio que le dan una magia especial.
Quienes visitan este
municipio no se pueden ir sin degustar sus famosos y tradicionales quesos
artesanales de diferentes tipos (manchego con jalapeño, natural o con epazote,
adobado, ranchero, manchego con ajo, tipo Oaxaca, manchego con nuez, piñón o
chipotle, ahumado tipo provolone o asadero, de morral, panela) y elaborados en
sus más de 60 talleres.