Xalapa, Veracruz, 22 de mayo del 2023
Al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador
Al gobernador del Estado de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez
A quienes integran el SEPASEV
Diputados y diputadas del congreso local.
Diputados y diputadas federales quienes integran el H. congreso de la unión.
A las y los funcionarios quienes están en secretarías, direcciones, puestos de
toma de decisiones y en general a las y los servidores públicos de Veracruz
A la presidenta de la CEDH, Namiko Matsumoto
A los medios de comunicación y a la opinión pública
Quienes integramos el Sistema Estatal para Prevenir, Atender,
Sancionar y Erradicar la violencia contra las mujeres, como representantes
de la sociedad organizada, vemos con suma preocupación las manifestaciones de
odio de las cuales funcionarios públicos de Veracruz fueron partícipes en la
concentración a las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
el pasado fin de semana, poniendo especial énfasis en la imagen donde se puede
apreciar al secretario de gobierno, cargando un ataúd con el rostro de la
ministra Norma Piña y con una cruz con su nombre escrito, es muy grave que
quien preside este sistema ignore los tratados internacionales donde México se
compromete a tomar las medidas pertinentes para erradicar la violencia de
género y en cambio se dedique a hacer apología del delito sin aparente
preocupación de enfrentar consecuencia alguna, aún si ello está tipificado en
el código penal federal en el libro segundo, título octavo, capítulo siete en
su artículo 208; cabe señalar, no es la primer vez que se ve envuelto en
señalamientos por violencia de género.
Todo servidor público tiene la obligación de conducirse de modo que,
independientemente de su sistema de valores personales, su actuar no
reproduzca estereotipos de género que perpetúen la desigualdad entre hombres y
mujeres, esto se encuentra plasmado en nuestra Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, la convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), la convención americana de
derechos humanos, la convención interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer, la ley general de acceso de las mujeres
a una vida libre de violencia, la ley general de igualdad entre hombres y
mujeres así como sus homólogas en las diversas entidades de la república; en
dicha concentración participaron también altos mandos de las diversas
dependencias del Estado, diputados, diputadas e inclusive el propio gobernador,
pudimos ver también a personal de confianza y personas basificadas del gobierno
de Veracruz, haberse prestado para ejercer violencia política, simbólica contra
una ministra de la SCJN o contra cualquier otra mujer, tendría que ser señalado
y sancionado con una garantía de no repetición, esto si se actuase en
concordancia con el marco legal nacional e internacional.
Es lo menos que esperamos, un exhorto de los organismos encargados de la
observancia del cumplimiento de los tratados internacionales al Estado de
Veracruz para que cumplan con su compromiso con las mujeres, esto incluye a la
CONAVIM, al INMUJERES, a la Comisión Estatal y Nacional de Derechos Humanos y
al congreso de la unión, por mencionar algunos.
Otra de nuestras preocupaciones es ver la falta de cumplimiento de los
objetivos del programa de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres y
niñas en Veracruz, tampoco vemos avances significativos en el seguimiento de
las dos alertas de violencia de género en el Estado ni conocemos el estatus en
el que se encuentran las observaciones a partir del grupo de trabajo encargado
del análisis de una tercer alerta por desaparición de mujeres, adolescentes y
niñas, para muestra tenemos que tan solo en el primer trimestre del año fueron
reportados 25 feminicidios y 20 homicidios de mujeres por el observatorio
universitario de violencia contra las mujeres, de seguir esta tendencia vamos a
consolidarnos como el Estado que más veces ha encabezado la lista de los más
peligrosos para ser mujer en México.
Quienes integramos las diversas colectivas y asociaciones civiles, así como las
redes de mujeres que pugnamos por la erradicación de la violencia de género no
somos enemigas del gobierno, tampoco somos adversarias, señalar desde nuestra
propia experiencia en el acompañamiento durante los procesos de búsqueda de justicia
de las víctimas y sus familiares los desaciertos en la estrategia para combatir
las violencia del actual gobierno no es un ataque, es una crítica motivada por
el deseo del perfeccionamiento de las vías institucionales para atender la
violencia, nuestro deseo en todo momento es colaborar, tanto así que ninguna de
nosotras percibe remuneración alguna por nuestro trabajo en el SEPASEV, vamos a
seguir trabajando para lograr una sociedad más igualitaria, esto incluye exigir
a las instituciones y sus representantes cumplan con su obligación, comenzando
por dejar de violentar desde los puestos que la ciudadanía les concedió a las
mujeres.