Por
Héctor Larios
El Real
Madrid llega a su onceava semifinal de la Champions en 13 años, el multicampeón
europeo, le pega en casa al Chelsea en el Stamford Bridge.
Los
ingleses saltaron a la cancha con la misma formación que el partido de ida, aun
estando en desventaja, su entrenador sabía las consecuencias de un ataque
frontal.
Un primer
tiempo con dominio del esférico del cuadro español, que juega al igual que la
mayoría de los clubes con nueve extranjeros, la globalización acaba con los
fanatismos nacionalistas, y los grandes equipos tienen a los mejores futbolistas
del planeta con el poder de la chequera.
Pasando la
estafeta a los entrenadores quienes tiene que lidiar con los caprichos de los
rock stars del futbol. Así el Chelsea y sus recientes contrataciones calentaban
la banca para ver como el Madrid tomaba ventaja con Rodrygo y su doblete (goles al 58′ y 80′).
Ahora el Madrid está en Semifinales esperando al Manchester City de Pep Guardiola, o al Bayer que solo con
un milagro llegaría a esta instancia.
El Real Madrid, aprovechó la ventaja del juego de ida, y esperó
a los blues para que su buena técnica, velocidad, dieran el tiro de gracia.
Previamente había avisado ya con un tiro de Rodrygo al poste, así como las atajadas de Kepa Arrizabalaga ante los disparos de Vini y Luka Modric, se fueron a los vestidores empatados a ceros.
El cuadro
blanco, Vinicius, Benzema, y Rodrygo lucieron su verticalidad en desdobles
letales, y el ultimo gol fue un poema de posesión, amplitud, profundidad y
definición, como si fuera una instrucción desde la pizarra, para que Valverde
luciera una genialidad y sirviese en bandeja a Rodrygol.