Por
Edgar Hernández*
Definidas
las reglas y candidatos del juego electoral 2024, está por iniciar en Veracruz
la madre de todas las batallas.
Roció
Nahle irá con todo -el poder federal, el estatal, el crimen organizado y el
dinero del gobierno de Cuitláhuac- para exterminar al candidato del Frente
Amplio por Veracruz que todo indica por la tendencia de las encuestas y el
apoyo ciudadano recaerá en Pepe Yunes.
Para
el caso de Morena, con las arcas abiertas, se estima el costo de la campaña
electoral de Nahle, en un monto superior a los tres mil 500 millones de pesos.
Así lo
han venido mostrando los gastos en favor de Claudia Sheimbaun y la propia
zacatecana con eventos faraónicos y muy lucidores cuyo patrocinio se cree parte
de la Secretaría de Finanzas.
De
dónde más si se ha observado que el subsecretario Eleazar Guerrero -primo
hermano del gobernador- es el hombre del billullo, quien creó una fundación con
el propósito de ocultar el dinero público, el mismo que estuvo preparando desde
el 2018 a través de su equipo diseminado en las oficinas administrativas de las
22 dependencias y secretarías más importantes del gobierno de Cuitláhuac.
Es el
mismo clan que controla el DIF estatal, a través de su hija Nitzia y su hijo
Eleazar Guerrero junior en la Secretaría de Seguridad Pública.
Son
también los dineros del Poder Judicial que estuvieron bajo su tutela hasta hace
un par de días que cesaron a su cercanísima Johana Marlén Bautista, responsable
de las finanzas de ese tribunal.
A la
lista se suma el tesorero Mario Emir Macip Olvera, hombre de todas sus
confianzas y manejos sospechosos ¿No la misma caja fuerte de Sefiplan fue
violentada en domingo hace ocho meses en y nadie dijo nada?
Es toda
una red de corrupción la que se mueve en los sótanos de Finanzas.
Hace
un par de días se hizo público un entramado delincuencial que vincula a Eleazar
Guerrero.
La red
tiene al menos 50 empresas fantasma que se crearon de 2019 a la fecha “que
operan y reciben contratos en 18 dependencias del Estado”.
Además
“190 personas físicas obtienen contratos a pesar de que son empleados de
familiares de trabajadores del gobierno o beneficiarios de los programas
sociales”, según denuncia presentada por el PRI estatal misma que fue bateada
por Cuitláhuac.
El
alcance del dinero alcanza los mil 593 millones de pesos y a través de esas
empresas se “financian espectaculares y la promoción de algunos aspirantes a
gobernador de Morena”.
Es
dinero sucio del cual imposible no esté enterado el gobernador, máxime que para
que rinda y deje ganancias debe compartirse e invertir para el futuro… y su
futuro es Nahle y Claudia.
El
OPLE Veracruz estima gastar mil 400 millones de pesos para la preparación y
realización de las campañas a gobernador y legisladores.
De ese
monto se destinará una partida por prerrogativas en donde Morena se lleva la
tajada mayor, 40% más, -347 millones de pesos- que no le sirven a la Nahle ni
para los chicles.
Por
ello conscientes de la urgencia de una campaña en los 212 municipios con
propaganda suficiente para penetrarla en el imaginario colectivo requieren de
bardas, espectaculares, impresos, redes sociales, movilizaciones, compra de
voto a pie de urna y gastos de transportación, acarreo y alimentos, un mundo de
dinero.
El
tema, sin embargo, desde hace mucho lo tienen contemplado y resuelto.
Es
dinero líquido para que no haya registro ni motivo de sanciones. Dinero en
“efe” y por “adela” para comprar conciencias, para el pago corporativo de
grupos de interés y la liquidación -no física- a líderes obreros, campesinos y
de opinión.
Lo que
está en juego es, ni más ni menos, la tercera reserva electoral de la
república, así como acabar con la resistencia ciudadana de amplios sectores de
la población hacia una aspirante que es de origen zacatecana.
Es
para definirlo en lenguaje llano la gestación de una Elección de Estado.
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo