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Atrajo el interés
de un fondo de inversión de Estados Unidos, expuso Gabriel del Río Guerra
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Hay proteínas en
polvo, pero no se producen de manera sustentable, dijo
CDMX,
27 de diciembre. – Investigadores del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de
la UNAM elaboran una proteína que cuente con la cantidad adecuada de
aminoácidos esenciales y nutra apropiadamente a adultos mayores y personas con
diversas enfermedades, quienes no pueden procesar las proteínas de los
alimentos naturales.
El
investigador Gabriel del Río Guerra, quien dirige a este grupo de expertos,
explicó que por la tecnología desarrollada hasta ahora se registró una patente
ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y ante la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual.
Su
invención atrajo el interés de un fondo de inversión de Estados Unidos, el cual
les apoya para desarrollar pruebas y escalar su producción, a fin de
comercializarla.
Con su
invento también buscan atender otras problemáticas. Al respecto, el
investigador comentó que la forma en que actualmente producimos alimentos no
garantiza que en el futuro se contará con todos los que requerirá la población
mundial, en crecimiento. Esta elaboración no es sostenible en el largo plazo y
tiene importante impacto en el medio ambiente.
Muestra
de lo anterior, prosiguió, es que 92 por ciento del agua dulce que existe en el
planeta se destina a la agricultura y ganadería -las cuales contribuyen de
manera importante a la generación de gases de efecto invernadero-, y sólo ocho
por ciento para nuestra higiene e hidratarnos.
¿Alimentos
idóneos?
El
experto en Bioquímica y Biología Estructural estimó que de 35 a 40 por ciento
de la población no se beneficia con los alimentos actuales. Y ejemplificó:
quienes tienen la enfermedad hereditaria de Fenilcetonuria no pueden procesar
las proteínas de origen animal o vegetal, pues contienen el aminoácido esencial
Fenilalanina.
“Al no
poderlas degradar empiezan a acumular compuestos nitrogenados en el cuerpo que
los intoxican. Estas personas no pueden consumir las cantidades de proteína que
un humano requiere y tienen problemas de nutrición y desarrollo. Se estima que
entre el uno y tres por ciento de los humanos presentan enfermedades como la
Fenilcetonuria”, señaló.
Otro
grupo lo representan aquellos con padecimientos crónicos de los riñones,
problema en aumento en México y Estados Unidos, debido al incremento del
sobrepeso y la obesidad que conllevan al Síndrome metabólico, alteraciones
cardiacas y diabetes. En la Unión Americana se calcula que aproximadamente 15
por ciento de la población adulta enfrenta estas afecciones.
Se
suman las personas de la tercera edad o mayores de 65 años. A partir de los 40
años inicia un proceso de envejecimiento fisiológico normal que implica la
pérdida de la función y de masa muscular, conocido como sarcopenia, explicó Del
Río Guerra.
“Se
estima que, a partir de los 40 años, cada década pierde un ocho por ciento de
masa o función muscular. En Estados Unidos, entre un cinco y 10 por ciento de
los mayores de 65 años necesita de asistencia para moverse -bastones o algún
tipo de aditamento- y entre las personas de más de 80 años aumenta al 50 por
ciento
“En
Singapur, donde tienen una dieta menos rica en proteínas y son más
vegetarianos, el 50 por ciento de las personas de 65 años ya requiere de
asistencia para moverse, lo cual nos indica que para evitar que se presente la
sarcopenia de manera acelerada, es necesario hacer ejercicio y tener una dieta
rica en proteínas”, agregó.
Sin
embargo, en la medida que envejecemos también se pierde apetito y los alimentos
ricos en proteína con los que se cuenta, no son los adecuados para ese grupo de
edad.
“Uno
se puede comer, por ejemplo, un pastel con mucha grasa y carbohidratos y se
siente lleno, pero si ingieres medio kilo de filete de res te puede generar
sensaciones de taquicardia, sudoración, vómito, náuseas; la reacción del cuerpo
ante un exceso de proteínas es mucho más crítica”, refirió el experto.
Del
Río Guerra precisó que actualmente se ofrece proteína en polvo derivada de la
leche de vaca o del chícharo, que pueden resolver parte del problema de la
nutrición, pero no son suficientes y se producen bajo procesos no sustentables.
Además, esta presentación en polvo no es muy agradable al gusto.
“Quienes
promueven el consumo de proteínas en polvo son los atletas de alto rendimiento
o personas que quieren desarrollar musculatura y están dispuestos a sufrir un
poco en esa parte del gusto para conseguir el objetivo de desarrollar masa
muscular”, dijo.
La
proteína que desarrollan los científicos de la UNAM cuenta con la proporción
óptima de los aminoácidos esenciales, es decir, los que se requieren consumir
diariamente para el funcionamiento de nuestro cuerpo y para ello utilizaron
diseño computacional. También se apoyaron en lo que se conoce como evolución
dirigida para identificar una célula que produce más de la proteína que
diseñaron.
En la
naturaleza, insistió, no hay planta o animal con estas características pues no
están diseñados para alimentarnos, sino para sobrevivir en el entorno donde
crecen. “Nosotros hemos venido usándolos porque es la forma como aprendimos
tempranamente a alimentarnos, pero hoy, gracias al entendimiento que tenemos de
la nutrición, podemos ver que esto que hemos hecho a lo largo de miles de años
no es lo óptimo”.
FUENTE: UNAM