México en los Mundiales
Colección Épica
Por Héctor Larios
En la Copa del Mundo de Suecia 1958, participaron 52 países desde la eliminatoria. Como dato al margen, en el Mundial de Suiza se transmitieron algunos partidos y en esta copa del mundo un protagonista empieza su carrera paralelamente en Europa, transmitieron partidos en la eliminatoria en once países, todo en blanco y negro, la expectativa creció hasta crear Eurovisión. La participación del seleccionado mexicano se desarrolló en este marco.
El campeón mexicano en la temporada 57-58 fue el Zacatepec, dirigido por el joven Ignacio Trelles, el campeón de campeones fue el Guadalajara, campeón de Goleo, Crescencio “Mellone” Gutiérrez.
Otro dato en este ciclo fue el cambio de los colores del uniforme, estrenaron camiseta verde, short blanco y medias verdes, la playera guinda con shorts y medias en azul marino fue el segundo uniforme.
A diferencia de otros ciclos mundialistas, la selección tuvo mayor actividad, sin Tener un proceso de preparación, simplemente era para participar. Veamos:
Participó en los II Juegos Deportivos Panamericanos 1955, celebrados en el Distrito Federal, un representativo con jugadores amateurs y jóvenes que iniciaban en el profesionalismo, ganaron 1, empataron 3 y perdieron 2. De los 22 nominados, solo uno llegó al Mundial, Alfredo “Fello” Hernández.
En el año 56, continúo el entrenador español Antonio Álvarez, en tres partidos amistosos, llevando la base de los Panamericanos.
Para los Juegos Continentales de futbol, el entrenador fue Antonio López Herranz, obtuvieron 1 triunfo, 2 empates y 2 derrotas. De los 22 convocados acudieron 8 a la cita mundialista.
SELECCIONADOS DE 1955 A 1958
Para la eliminatoria en 1957, llamaron a 22 futbolistas, armaron dos grupos Estados Unidos, Canadá, y México, el ganador se enfrentarían al primero del otro grupo para definir al mundialista. Fue contra Costa Rica el juego de vuelta contra los ticos lo dirigió Ignacio Trelles, por enfermedad de López Herranz.
Trelles, era el entrenador del Zacatepec, había logrado el ascenso y además, el campeonato de primera división. Así comenzó la leyenda del legendario entrenador, de la mano del joven directivo Guillermo Cañedo.
“El juego de local se ganó 2 a 0 sin complicaciones, viajamos a Costa Rica y la prensa de aquel país se le hizo raro que el entrenador mexicano fuera un joven que ni conocían. Nos recibieron hostilmente.
Decidí jugar al contra golpe, para desesperar a los rivales. Al final quedamos 1 a 1, y uno de los músicos que tocaron los himnos, se me fue encima al final de encuentro. Porque dijo, que yo estaba haciendo tiempo. Tuvieron que sacarnos del estadio con protección, porque no solo desesperamos a los rivales, sino al parecer a la afición”, narra en un libro autobiográfico don Nacho Trelles.
La prensa nacional ilusionada con las goleadas en las eliminatorias hacía cuentas alegres, pronosticaban triunfo ante País de Gales y sendos empates ante Suecia y la poderosa escuadra húngara. Desconocían que los anfitriones habían repatriado a sus jugadores que participaban en los mejores equipos de Italia, España, y Francia, treinta en total. Llegó la hora de la verdad.
El primer juego del mundial del 58, fue en Estocolmo el 8 de junio
Una vez más México abría en el partido inaugural, contra los locales Suecia, que a la postre fue subcampeón del mundo.
La prensa sueca, hablaba de la velocidad de los mexicanos que brilló por su ausencia, los locales con buena técnica dominaron haciendo un futbol lento que adormeció a los aztecas. La única llegado fue de “Mellone” Gutiérez, pero sin peligro. La defensa mexicana no los podía contener. El experimentado defensa Jorge Romo, ni el joven Jesús Del Muro que, hacia su debut en la selección a los 21 años, no pudieron con los europeos.
Por cierto, Romo, estaba lastimado desde los primeros minutos en un choque el tobillo parecía melón, así jugo, al final se supo que era fractura.
El 1 a 0 llegó con un desborde por la banda derecha, se llevan en velocidad al “Jamaicón” Villegas, un centro pasado al área, remate y gol.
Los ataques continuaban cada vez más seguidos, pero Carbajal, en otra de sus grandes actuaciones, impidió una goleada. Llevándose el reconocimiento del público.
En el segundo tiempo 2 goles, un remate de cabeza y un penal para cerrar la cuenta para un 3 a 0 en contra. Tristeza y lesionados deja a la delegación mexicana.
Contra País de Gales, 11 de octubre, estadio Rasunda Solna
Un día nublado fue testigo del dominio mexicano que tocaban el balón de un lado a otro, pero sin profundidad. Un error en la salida lo aprovecharon los rivales con la verticalidad europea para irse al frente 1 a 0.
El empate, se gesta con una recuperación de Carlos Blanco que amaga tirar y pasa a Sesma que se escapa por la banda y centra templado para que Belmonte cierre la pinza para el gol del empate en los minutos finales del partido que le valió el primer punto. Después de cuatro mundiales, nueve juegos perdidos.
Por fin, alegría en la cancha. Pesar en la banca porque el entrenador español tenía presupuestado el triunfo ante lo que él consideraba el rival más débil. El saldo ocho lesionados.
Tercer partido 15 de junio 1958, Estocolmo.
Estadio “Jernvallen” Leo Sandvikev
Hungría, finalista del mundial del 54, no contaba con sus estrellas que habían huido de la guerra con Rusia. Los magyares tenían un empate con Gales y derrota con los suecos, igual que los mexicanos, ambos podían clasificar.
La concentración nacional parecía un hospital, “el viejo” Manuel Artero”, masajista no se daba abasto. El entrenador español, declaró que alinearía a los más fuertes en busca de la calificación.
El once azteca, saltó al terreno de juego con cinco de los ocho lastimados, Carbajal, Del Muro, Sepúlveda, “Chava” Reyes, y el delantero Carlos González.
Comenzaron las hostilidades y los europeos impusieron su fuerza, al minuto 13, “el tigre” Sepúlveda sale lastimado después de chocar con el delantero, regresa a la batalla, a pesar del dolor.
Al minuto 18, en un contragolpe los húngaros anotan el 1 a 0, diez minutos después Sepúlveda, cae en un choque, es todo para él. Rotura de ligamentos de la rodilla.
Con diez en la cancha los mexicanos se la “rifan” a la defensiva y Antonio Carbajal con una actuación brillante no deja pasar nada, al medio tiempo el público le rinde tributo con aplausos reconociendo su arrojo y calidad.
Para la parte complementaria, sigue la misma tónica, en un sprint Del Muro, cae, desgarre en la parte posterior del muslo derecho. Trelles ajusta: Cárdenas y el delantero Carlos González, los habilitan como defensas y Del Muro va solo y su alma a la punta, al menos a estorbar. Platicaba don Jesús, el defensa mexicano más técnico.
Hungría necesitada de goles para clasificar, se da un festín de tiros al arco, que Carbajal tiene que trabajar a destajó y salvar todo lo posible. 4 a 0 marcador final.
La “Tota”, una vez más se lleva los aplausos del respetable que reconoce al portero nacional, incluso la prensa europea lo alaba en las crónicas.
Mientras el técnico López Herranz declara: “mis jugadores han hecho lo que han podido”.
La afición se preguntó: ¿Por qué jugaron los lastimados y no los futbolistas que estaban bien?
Los cuestionamientos quedaron sin respuesta, la alegría de un punto opacó la actuación. Habrá que esperar cuatro años más, para repetir la historia.
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