Aparentemente, Nina (Barbara Sukowa) y Madeleine (Martine Chevallier) son dos vecinas que,
gracias a coincidencias de la vida, se hicieron amigas íntimas.
Las dos son pareja de tiempo atrás y ya en su vida de jubiladas planean
proyectos para pasar sus últimas décadas juntas.
Lo tienen todo planificado, incluso han armado su plan para que la familia de
cada una no se entere sólo que algo sucede y cambia todo por completo.
En Nosotras (Deux,
2019), el filme francés de Filippo Menenghetti, así comienza a desarrollarse el
relato de amor dramático de las dos mujeres de la tercera edad que pone a prueba
su amor, su resiliencia y sus ganas de continuar a pesar de las circunstancias.
«Es una historia de vida que no importa si eres gay, bisexual,
heterosexual o pansexual. Lo que importa es el amor que se describe y cómo es
que va poniendo al descubierto los verdaderos sentimientos de las personas
alrededor.
«Son dos mujeres comprometidas por encima de todo, a continuar su vida
hasta los últimos días, pero muchas veces nuestros planes no resultan como
queremos por el simple hecho de que no somos dueños del destino», observó
Menenghetti en entrevista telefónica.
Mientras Nina expone con frenesí sus deseos de continuar con sus proyectos con
Madeleine, ésta es más reservada y cuestiona todo detalle para obtener los
resultados que ambas desean.
Venderían sus respectivos departamentos, se asociarían legalmente para tener
ganancias en conjunto y nadie tendría por qué enterarse de su romance. Pero
Madeleine sufre un derrame cerebral.
«Cuando yo era adolescente viví rodeado de mucho amor y cariño, y fui testigo
del amor de una pareja que se mantuvo en secreto y jamás se pudo haber contado
de no haber sido por un suceso.
«No fue un derrame, fue algo mucho más grave que me impresionó tanto. Y no
lo usé en el filme porque no quería ser tan dramático, tan complejo si de por
sí es fuerte, no quería agregarle más dolor. Y eso inspiró lo que es mi ópera
prima», platicó el director del largometraje, que representó a Francia
ante los premios Óscar el año pasado, aunque se quedó en la preselección.
La mayor de las dos mujeres es internada en el hospital y tras recibir un
tratamiento y ser dada de alta, es su hija, Anne (Léa Drucker), quien se hace cargo de su
situación. Lo que escondían entre ellas dos está a punto de ser descubierto.