El artista mexicano Alfonso “Poncho” Herrera regresó este
viernes a Netflix como el principal antagonista en la temporada final
de la aclamada serie “Ozark”, en la que encarna a un “complicado”
narcotraficante mexicano que le hace la vida imposible a los esposos Byrde.
“Fue un trabajo que tuvo su dificultad, porque Javier Elizondo es
un hombre impredecible y lleno de contradicciones y para hacer un papel
así hay que entender qué es lo que lo mueve, qué lo hace reaccionar de una
u otra forma y luego incorporarlo”, explicó el actor de 38 años en una
entrevista con Efe.
Lo que sí que no le costó el menor trabajo fue decidirse a participar
en una audición por el papel, aunque en el pasado había arrugado la nariz
ante roles que reafirmaban los estereotipos negativos que hay
sobre los latinos y los latinoamericanos en Estados Unidos.
“Yo soy fan de la serie desde la primera temporada
y conocía bien el punto de vista desde la que se ha desarrollado la historia de
los Byrde y su relación con el narcotráfico y las finanzas
grises”, indicó Herrera, quien saltó a la fama mundial a finales del siglo
pasado como parte de la banda juvenil RBD.
“Por lo general, las producciones que tocan
este tema colocan la responsabilidad en el Sur. En ‘Ozark’ se
ve desde el principio que el problema del tráfico y el lavado
tiene lados oscuros que vienen de muchos mundos y que también hay mucha culpa
en el Norte”, manifestó.
Por otra parte, también estaba el hecho de que se tratara de
una de las series más populares de Netflix y los actores con
los que tendría la posibilidad de trabajar. Aun así le sorprendió las aristas
del personaje de Javier y se dedicó en cuerpo y alma a
prepararse para la audición que se realizó en Nueva York. Cinco
días después le dieron la noticia positiva que esperaba.
Realeza de Hollywood
La primera parte de la temporada final de “Ozark” se
estrenó este viernes a nivel mundial en Netflix. Desde el
primer episodio, Marty Byrde y su esposa Wendy siguen
enredados a más no poder con su negocio de lavado de dinero. Ahora les toca
lidiar con el personaje de Herrera, quien es sobrino del
narcotraficante Omar Navarro.
“Mis escenas son en su mayoría con Jason Bateman (Marty)
y Laura Linney (Wendy), dos de los actores más talentosos que conozco y que
tienen muchísimo tiempo haciendo esto y con sus personajes. Los conocen de
arriba abajo. Fue un verdadero placer y una escuela trabajar con ellos”,
subrayó Herrera.
No es que él sea un novato. Con “Ozark”, el
artista ya ha formado parte de tres producciones originales de Netflix. Tuvo un
papel secundario en “Sense 8”, la serie de Lana Wachowski (The
Matrix), donde hizo de pareja del español Miguel Ángel Silvestre. También
protagonizó la película “El baile de los 41”.
“Vamos bien, pero hay que seguir adelante”, indicó Herrera
tras recibir con incomodidad los halagos sobre la carrera que
ha desarrollado tanto en México como en Estados Unidos.
Este año también estrenará su película “Me casé con un
idiota”, una comedia romántica mexicana, y dos podcasts de ficción que
lo tienen entusiasmado.
El precio de la fama
Una rápida búsqueda en internet de las noticias más recientes
sobre Alfonso Herrera da titulares en inglés sobre “Ozark”, pero en
español la mayoría se refieren a su reciente separación y a rumores de nuevos
romances.
El artista ha erigido una barrera infranqueable
alrededor de su vida personal, que incluye a dos niños pequeños, Daniel y
Nicolás, el menor nacido en diciembre de 2020, en pleno confinamiento contra la
covid-19.
Poco después, Herrera se mudó a la localidad
de Allatoona, en el estado de Georgia, donde se filmó la serie con
estrictos protocolos para contener el contagio del coronavirus, pero hasta ahí
llegaron las intimidades.
“Lo único que puedo decir sobre mi vida personal es que amo
mi trabajo”, afirmó.