- Estudiantes de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea
19, 23, 24, 25 y 26 de febrero a las 12:30 horas en el Teatro Raúl
Flores Canelo de Centro.
La Temporada
de invierno de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea (Endcc) del
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, se lleva a cabo los días 18,
19, 23, 24, 25 y 26 de febrero a las 12:30 horas en el Teatro Raúl
Flores Canelo de Centro Nacional de las Artes.
La profesora
María Laura Rocha Chávez, quien imparte las asignaturas de Técnica de Danza
Contemporánea y Proyecto Escénico de la Licenciatura de Danza Contemporánea,
señaló que uno de los objetivos académicos es que los alumnos vivan lo más
cercano posible la experiencia profesional y esto se fomenta a través de
presentaciones, como Temporada de invierno.
“Tener la
posibilidad de que los alumnos puedan pisar la mayor cantidad de foros posibles
es lo ideal, ya que dicen que los mejores pilotos son los que más horas de
vuelo tienen, lo mismo pasa con la danza, mientras más escenarios pisen, mejor
será su vida profesional”.
Rocha Chávez
agregó: “Enfrentarse a un escenario implica para ellos todo su proceso de
formación, porque se involucra precisamente lo visto en la materia de Proyecto
escénico, en el cual se confluye todo lo aprendido, todas las herramientas y
técnicas que ellos manejan.
Nuestra
profesión es así, presencial, tocarnos, corregirlos…
“Encuentran la
razón de ser de una técnica, comprenden la preparación corporal, el trabajo en
teatro. Todo confluye aquí, en el hecho escénico, en sus presentaciones,
incluso las materias teóricas tienen que ver, porque son sus referentes, en los
que ellos retoman toda la parte conceptual para armar la temática que van a
trabajar.
“Es algo muy
especial, porque interviene ese ritual que implica el entrar a un foro, ese
respeto que se requiere y que muchos maestros nos antecedieron, lograron así
tener este tipo de infraestructura”.
Asimismo,
comentó que “estas presentaciones son especiales, porque tuvimos a los alumnos
mucho tiempo a través de las plataformas, debido a las recomendaciones de salud
y nos dimos cuenta que nuestra profesión es así, presencial, tocarnos,
corregirlos, vernos el rostro, es sudar y con ello valorar más esa parte;
también aprendimos a trabajar de otra manera a optimizar tiempos y esfuerzos”.
Después de la
contingencia sanitaria fue volver a armar los cuerpos, desarrollarlos y
pulirlos otra vez. Ellos ya tenían las herramientas corporales para llegar a
hacer los saltos, giros, caídas y bajadas. La pandemia nos dejó esas ganas de
“quiero moverme” y quiero estar en contacto, porque somos seres sociales.
También descubrieron esos momentos íntimos y estar con sus familias, se
reencontraron.
César Zarco
Hernández, coordinador de la Licenciatura en Danza Contemporánea en el plantel
del Inbal, instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México,
explicó que cada grupo tiene un profesor coreógrafo en la asignatura de
Proyecto escénico y durante todo el primer semestre los estudiantes empiezan a
crear las obras, cada coreógrafo aborda diferentes temas junto con sus
estudiantes.
“Las obras se
desarrollan en un periodo de seis meses, desde que se crea la temática de la
pieza, hasta llegar al resultado que es presentarse con la iluminación, el
vestuario, en el escenario y con el público”.
Agregó Zarco
que en cuarto y quinto años los alumnos intervienen demasiado en el proceso
creativo, donde únicamente su profesor va dirigiendo la obra y los va
encaminando hacia lo que ellos quieren expresar, son procesos donde los
estudiantes también proponen la música, la edición, el vestuario y el diseño de
iluminación. En los grupos de segundo y tercer año el coreógrafo interviene
más, pero también se brinda la oportunidad de aportar ideas o movimientos.
Al referirse a
las situaciones que provocó la contingencia, afirmó que hay rezagos, sobre todo
de espacialidad, por ejemplo, en las casas de los estudiantes hay espacios muy
reducidos, como para los saltos o las cargadas, en pandemia estábamos aislados,
solos. Entonces para subsanarlo cada docente trabajó en pro del programa y se
abordó el tema de la espacialidad, potenciarle los saltos, acotó.
El programa de Temporada
de invierno: Lux Humanum, bajo la dirección general de Laura Rocha y
coreografía de Rocha-Illescas, interpretada por los alumnos de tercer
año. ¿¡Y ahora qué!?, idea de Mirta Blostein e interpretada
por estudiantes de 2º A y 2º B. La coreografía Blink es de
Alberto Pérez, escenificada por los alumnos del 5º año, quienes también están a
cargo del vestuario.
Si vieras lo que veo…, coreografía a cargo de Gabriela Medina, en colaboración con el grupo de 4.º año, diseño de vestuario e interpretación también por los estudiantes del 4.º año. Mar abierto, de mis adentros la odisea de mí yo cambiante es coreografía de Ester Lopezllera Lavalle, el diseño de vestuario por estudiantes de 5o año con asesoría de la maestra Ester Lopezllera, con jóvenes de 5º año.