Cd. de México 25 junio 2022.- En
la misa de despedida de los dos sacerdotes asesinados el lunes en su parroquia de
Cerocahui, Chihuahua, la Comunidad Jesuita pidió
al Presidente Andrés Manuel López Obrador revisar su
proyecto de seguridad pública pues no ha funcionado y llamó a un diálogo
nacional para detener el «río de sangre» que corre por el País.
«Respetuosamente pido, pedimos, señor Presidente de la
República, revise su proyecto de seguridad pública, porque no vamos
bien, y esto es un clamor popular. Este evento lamentablemente no es aislado en
nuestro País, un país invadido por la violencia y por la impunidad», dijo
el sacerdote Javier Ávila, líder de la comunidad jesuita en Cerocahui.
«Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos», sostuvo en
la homilía en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la capital de
Chihuahua, en honor de Javier Campos Morales, de 79 años, y Joaquín César Mora
Salazar, de 80, asesinados cuando salieron a ayudar al guía de turista Pedro
Palma que intentó refugiarse en su parroquia.
En la misa participaron el Arzobispo de Chihuahua,
Constancio Miranda, el representante en México de la Compañía de Jesús, Luis Gerardo Moro, y se pidió
también por Pedro Palma.
«La sangre de Pedro, Javier y Joaquín se unen al río de sangre que corre
por nuestro País. Exigimos que las autoridades cumplan con su vocación y
deberes», dijo Gerardo Moro en el discurso final.
«Los obispos han llamado a un diálogo nacional y queremos secundar esta
iniciativa. Hacemos un llamado a la sociedad y autoridades a ya no agudizar la
polarización del País, necesitamos construir puentes para encontrar caminos de
paz. Queremos trabajar con todas y todas para crear esas condiciones de paz que
tanto necesitamos», añadió.
El provincial de la Compañía de Jesús dijo que no es suficiente con que en 72
horas se hayan recuperado los cuerpos de los tres asesinados y que habían sido
secuestrados, pues eso no se ha hecho con más de 100 mil desaparecidos en el
País y que la violencia continúa.
«Ya no podemos olvidar que en México llegamos, entre 1964 y 2022, a 100
mil personas desaparecidas, que hasta ahora llevamos 122 mil asesinatos, que
existe un mayor control territorial por parte del crimen organizado, y eso
todos y todas lo sabemos, que crece el consumo y venta de droga en todos los
lugares del País, y que la violencia se ha convertido en un modo de resolver
los conflictos, una manifestación de poder y una práctica cotidiana»,
afirmó.