Por Héctor Guerrero
A partir de 1940, se produce un
cambio en la política mexicana: el poder es cedido a los civiles, aunque la
estructura política establecida continuó siendo de tipo vertical.
Según Enrique Krauze (1995), la
corrupción moderna en México comenzó con civiles, que eran egresados de las
universidades y que llegaron al poder.
Cuando hablamos de corrupción,
nunca hay noticias buenas, siempre son malas o peores, la mala es que este fenómeno
le cuesta al mundo el 5 por ciento del PIB mundial, algo así como 4. 5 billones
de dólares, la peor es que aquí en México, es una tradición, pero lo que se ve
hoy ya es algo cínico y sinvergüenza.
Ya en la recta final de este
sexenio, cada vez se parece más a una película de Luis Estrada, o más bien se
parece a la que le dio miedo hacer para no retratar tan descaradamente a los
que hoy roban con cinismo e impunidad, bajo el amparo del gobierno, con el
manto protector de su Alteza Pejesísima.
La corrupción es pues el monstruo
de las mil cabezas, es la mordida, el “brincarse” en la lista o en la fila, es
el tráfico de influencias, el premiar a inmerecidamente, el contrabando, el
peculado, el uso privado de bienes públicos, el castigar al inocente, el soborno,
nepotismo y un largo etc.
Y todo esto hubo quien creyó que
el Mesías tropical, con su sagrada presencia, de un pase mágico se iba a
desterrar de México.
Lo triste del asunto es que hay
gente que le cree todavía, o quizá sea más triste que hay gente que se da
cuenta de lo que sucede y, con tal de no reconocer su error o por perder sus
privilegios, se traguen todos los sapos que diario avienta López.
Es un hecho que este gobierno, lo
único que ha hecho con la corrupción es alimentarla vorazmente y mejorarla con
el cinismo de quien se ríe de las masacres, una corrupción tan abierta, como no
se había visto nunca.
Y ahí ves a los porristas,
comunicadores, propagandistas, en el éxtasis apoyando y celebrando todo lo que
sale de la boca de Ya Sabes Quien.
La corrupción grave de esta
administración ya se puede contabilizar en vidas humanas, desde las que se han
perdido en el metro, los niños con cáncer, los petroleros muertos en las
plataformas marinas y en tierra y el manejo criminal que hicieron de la pandemia,
por mencionar solo los casos más mediáticos y comprobables.
De ahí que tal el caso de
SEGALMEX, la Conasupo de López, una de las joyas de la tiara de corrupción de
este gobierno, que ha afectado a miles de campesinos y tiene al campo mexicano
en una crisis seria, cuando lo que según vendieron años era la autosuficiencia
alimentaria (ni siquiera su bodoque es autosuficiente).
Ya la FGR obtuvo órdenes de
aprehensión en contra de 22 personas por la simulación de compra de casi 8 mil
toneladas de azúcar (con 142 millones 440 mil 883 pesos de por medio), doce de
ellas son buscadas por “delitos de
delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y
peculado, por el desfalco multimillonario al patrimonio de SEGALMEX.
Para darse una idea, SEGALMEX
esperaba adquirir de pequeños productores 2 millones toneladas de maíz; sin
embargo, en su mejor año lograron comprar 700 mil toneladas.
Eso es el 2 o 3% de la cosecha
nacional, de acuerdo con datos obtenidos de GCMA.
Otra de las joyas es Manuel Bartlett,
de quien no voy a perder el tiempo de exhibirlo, pues todos sabemos su talante
y sus casas y sus contratos, qué tal.
México ocupa la posición 124 de
180 países evaluados en materia de corrupción; sin embargo, el riesgo de
impunidad ante los grandes casos de corrupción, sigue latente.
Y la propia familia del
presidente con sus hermanos, Pío y Martín, su prima Felipa, además de sus dos
hijos, quienes gozan del influyentismo de ser hijo del presidente, como Andy y
sus amigos emprendedores, empresarios, millonarios de la noche a la mañana, o
que tal el bodoque, quien solo es el esposo de una señora “que al parecer tiene
dinero” y que también al parecer tiene buenos negocios con Pemex.
Lo que es un hecho es que los
amigos y socios de los López Beltrán, ya son nuevos millonarios con dinero
público. Son hechos sustentados en datos.
A todo esto, solo se pronuncia
así, con ese cinismo y descaro.
“¡Y qué!, ¿Cuál es el problema?”,
dice el presidente.
¿Cómo calificarían ustedes esta
respuesta?
Durante los años de este régimen,
se ha registrado una disminución en la apertura de carpetas de investigación y
sanciones por el delito de corrupción, lo que se ha traducido en un frente que
no se ha traducido en “una política de Estado coherente, articulada y efectiva
que contribuya a revertir el problema de la impunidad”, de acuerdo con un informe difundido por el
Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República y de acuerdo con el
INEGI, entre 2020 y 2021, el número de personas llevadas a prisión por delitos
de corrupción pasaron de mil 942 a 857. Esto es una reducción de 55.88 por
ciento en solo un año.
Mentir, mentir y luego mentir,
además de desfalcos, moches, contratos a modo, desvío de recursos, nepotismo,
abuso de poder, conflicto de interés, entre otros, abundan en esta
administración y son tolerados, permitidos y solapados por el presidente López.
Se que es un tema recurrente, pero no por eso hay que dejar de hablarlo, al contrario, el tema tiene que ser prioridad en la agenda ciudadana, porque en la de gobierno es el pan de todos los días, por eso debemos recordarles y denunciar esta corrupción que los consume todos los días, no hay saciedad par a los voraces.
La corrupción también mata.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero