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Por
segundo día presentaron en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo sus
Prácticas escénicas con las obras Niño perdido y Cuentos de tierra y nube
CDMX, 17 de
febrero de 2023. – La preparación de los estudiantes de la Escuela Nacional de
Danza Folklórica (ENDF), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura
(Inbal), implica no solo una preparación con mirada antropológica sobre las
danzas tradicionales de nuestro país, sino investigación y contacto con las
comunidades, así como una formación interdisciplinaria, lo cual se evidenció y
despertó admiración durante su participación en el programa Prácticas Escénicas
que se realiza en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo.
Mojigangas,
dulces, flores y coreografías con más de 30 bailarines en escena, que llenaron
el escenario y recorrieron los pasillos del teatro, fueron parte de las
propuestas escénicas Niño perdido y Cuentos de tierra y nube, con las cuales,
alumnos de la ENDF, repusieron danzas de Sinaloa y Oaxaca.
Para Juan Carlos
Palma Velasco, docente y coordinador del Área de Creación y Producción Escénica
de la institución, estos programas de entrada libre son una piedra angular en
la formación de los artistas mexicanos:
“Este programa
permite a nuestros alumnos crear experiencia profesional y tener la oportunidad
de presentarse en uno de los mejores teatros con los que contamos a nivel
nacional. Al mismo tiempo, les enfrenta a los retos que tiene un artista,
adquieren experiencia en el dominio del cuerpo en situación escénica, aplican
el conocimiento obtenido durante su formación y resuelven de manera creativa
las vicisitudes de lo que implica una puesta escénica”.
Sin embargo,
presentaciones tan exitosas como las que llevaron a cabo, a través de las que
transportaron al público a un recorrido para conocer las danzas tradicionales
con las que se celebran las bodas en Sinaloa y el Canaval de Mazatlán, con la
puesta Niño perdido, así como un viaje a través de las leyendas y danzas de la
Mixteca oaxaqueña, implican no solo talento y creatividad, sino mucha
investigación.
“Como parte de su
formación, los estudiantes realizan un trabajo de campo y llevan cursos
impartidos por los informantes de los pueblos y las comunidades. Esto es parte
de la mirada antropológica que ofrece la institución”, agregó.
Además, se forman
en la investigación, ya que tiene que “acercarse a los materiales
bibliográficos, a los referentes culturales, a ir a las comunidades para vivir
y observar la danza en contexto, pero también aprenderla directamente de los
hacedores. Esto le da soporte al discurso que los estudiantes pueden generar
sobre las danzas, permitiendo crear puestas escénicas o reposiciones inspiradas
en las tradiciones de las comunidades o bien crear piezas en las cuales la
danza folclórica dialogue con otras disciplinas.
El docente explicó
que el enfoque del plan de estudios permite formar a estudiantes con una visión
no solo centrada en el ejercicio de su disciplina, con un acercamiento a las
tradiciones y la memoria de los pueblos, sino con una formación que les permite
dialogar con otras disciplinas, como el teatro, las artes visuales y otras
disciplinas del cuerpo.
“Esto ofrece a
nuestros artistas las herramientas necesarias para desenvolverse en el campo
laboral con un perfil más completo” y, al mismo tiempo, llevar a cabo proyectos
sólidos capaces de integrar las coreografías con un discurso escénico que
permita al público entender el origen y contexto de las danzas de una forma más
orgánica.
“Para nosotros es
importante que los estudiantes generen un entendimiento de lo que implica
aprender y difundir las danzas folclóricas, pero también del mundo que lo
rodea, ya que, finalmente, estamos formando bailarines y creadores”, señaló Palma
Velasco.
Por último,
comentó: “Nuestros estudiantes han mostrado un desarrollo avanzado, ya que,
además del nivel que exigen los docentes, muchos de ellos cuentan con la
capacidad de integrarse a proyectos fuera de la escuela y ejercen de forma
temprana su carrera en diversas compañías, y estas presentaciones dieron cuenta
de ello”, y detalló que los alumnos de la ENDF tienen una salida profesional
como bailarines ejecutantes, docentes, investigadores, creadores y productores
artísticos.