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Es el momento perfecto de prepararnos para la
vejez, afirmó Zarela Chinolla Arellano
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Recomendó llevar una alimentación adecuada y
realizar ejercicio, así como seguimiento médico puntual
CDMX, 4 de enero. – El climaterio
–concepto que engloba a la premenopausia, menopausia y posmenopausia– no debe
ser considerado una limitante; por el contrario, es crecimiento, saltar de una
etapa a otra, es totalmente normal y natural; tampoco debe ser tormentoso,
aseguró la profesora de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina (FM)
de la UNAM, Zarela Chinolla Arellano.
Así como la menarquia indica la
primera regla en una mujer y con ello el inicio de la fase reproductiva, el
climaterio establece la transición de la vida reproductiva a la no
reproductiva. La edad de inicio puede ser de los 40 a 45 años, pero eso se
considera una forma temprana, indicó.
La menopausia, cuya edad de
aparición es, casi siempre, de los 48 a los 52 años, es un periodo de plenitud
y crecimiento en el ciclo de la vida, “es el momento perfecto para que las
mujeres nos preparemos para entrar a la vejez, no es un proceso que nos cause
daño, sino una etapa natural que se tiene que dar; es como pasar de la primaria
a la secundaria”, consideró la especialista en Ginecología y Obstetricia.
De acuerdo con la experta, se
presenta en el momento en el que la mayoría están realizadas como madres o
profesionistas, cronológicamente aún son jóvenes y tienen mucho por hacer, ya
que la expectativa de vida es, en promedio, de 75 años.
Se caracteriza por la ausencia
del periodo menstrual durante 12 meses continuos, los ovarios dejan de producir
estrógenos y progesterona; más allá de generar problemas hormonales podría
causar alteraciones en el metabolismo de la glucosa, también afectación
hepática y osteoporosis.
Los síntomas particulares son:
bochornos, sudores nocturnos, cambios en la libido y en el estado de ánimo,
insomnio; resequedad vaginal, de cabello y piel, además de dolores articulares,
infecciones urinarias, entre otros. Varían de persona a persona, pues podrían
ser más intensos o, por el contrario, leves.
Seguimiento médico
Zarela Chinolla refirió que la
terapia de reemplazo hormonal (estrógenos) en este proceso dependerá de los
síntomas de cada una de ellas, la principal indicación es cuando se registran
varios síntomas, principalmente vasomotores; es decir, bochornos intensos, en
particular, mientras se duerme, aunque es una manifestación transitoria, es
molesta. Existen factores de riesgo que pueden ser favorecidos por la terapia
de reemplazo hormonal. Por ello, debe evaluarse a la paciente.
En ese contexto, para aquellas
con antecedentes de cáncer de mama que han llegado a la menopausia no se les
prescribe terapia de reemplazo hormonal; hay quienes por temor a sufrir ese
tipo de cáncer no se apegan al tratamiento, puntualizó.
Para las pacientes con problemas
de insuficiencia hepática, cirrosis o algún padecimiento que ocasione que el
hígado no funcione al cien por ciento, tampoco se le puede prescribir esta
terapia y cualquier medicamento como analgésicos o antibióticos, porque no lo
metabolizarían y serían perjudiciales, acotó.
La atención médica durante el
climaterio está basada en evitar que haya algún problema, principalmente
metabólico: colesterol y triglicéridos elevados, insulinoresistencia, diabetes
o trastornos cardiovasculares como hipertensión. Quienes hace años tienen ese
tipo de problemas de salud, no son candidatas a terapia de reemplazo hormonal;
sin embargo, deben recibir asistencia médica habitual.
Quienes sí se benefician de dicho
tratamiento son aquellas que entran en el periodo de transición a la menopausia
-a veces llamada perimenopausia- con un buen estado de salud y seguimiento que
les proporciona el manejo adecuado de su dieta, verificar su perfil de lípidos
y metabólico, además de realizar un chequeo de tiroides, porque en un gran
porcentaje de mujeres disminuye la función tiroidea.
Aunque por sí solas debido a los
cambios hormonales por la edad, enfermedades metabólicas y cardiacas, así como
la osteoporosis, se desarrollan debido al envejecimiento. El climaterio o
menopausia podrían exacerbar algunas de ellas o desarrollar factores de riesgo,
sobre todo descalcificación, si no se toman las acciones preventivas
necesarias.
Chinolla Arellano recomendó
acudir anualmente al ginecólogo para realizarse pruebas como el Papanicolaou,
se tenga vida sexual o no, haya tenido hijos o no; incluso, “si me quitaron el
útero o matriz, o si existen antecedentes de virus de papiloma humano”. En caso
de ser necesario realizarse una colposcopia, además de la mastografía
anualmente después de los 40 años.
“El
hecho que deje de reglar por la menopausia implica la necesidad de revisar, por
medio de un ultrasonido, el estado de los ovarios en términos generales, pues
en el tramo posmenopáusico podemos encontrarnos con cáncer de ovario que suele
confundirse con colitis o inflamación”.
Es recomendable que durante la
menopausia se mantenga una dieta baja en grasas saturadas, reducir el consumo
de carbohidratos y, lo más importante, realizar ejercicio cardiovascular y de
fuerza muscular para darle sostén a nuestro organismo y bajar de peso. “En esta
etapa las mujeres ya no metabolizamos igual porque, finalmente, hay un proceso
de envejecimiento celular, eso es inevitable”, concluyó.