Estallidos de rayos gamma, kilonovas y ondas
gravitacionales son algunos de los fenómenos del Universo que estudian
científicos en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de San Pedro Mártir,
ubicado en Baja California, cerca de la frontera norte del país, adscrito al
Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.
En
el Universo existen las emisiones de luz más potentes conocidas hasta ahora,
los llamados destellos de rayos gamma, fenómenos asociados con explosiones
extremadamente energéticas en galaxias distantes. Son los eventos
electromagnéticos más luminosos que ocurren en el cosmos, brotes que pueden
durar desde nanosegundos hasta varias horas, aunque en general son breves.
Algunos satélites espaciales los detectan.
De
acuerdo con la investigadora posdoctoral del Instituto de Ciencias Nucleares
(ICN) de la Universidad Nacional, Rosa Leticia Becerra Godínez, las fuentes de
destellos de rayos gamma se ubican a miles de millones de años luz de la
Tierra, lo que implica que las explosiones sean extremadamente energéticas y
una de ellas pueda generar la misma energía que el Sol en un periodo de diez
mil millones de años.
Durante
el coloquio de investigación ICN “Estudiando el cielo transitorio desde el
Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de San Pedro Mártir”, ofreció una
conferencia híbrida en la cual expuso un panorama general de lo que indagan en
este lugar, con telescopios como COATLI, un equipo de 50 centímetros de
diámetro, de alta calidad óptica y un campo de visión de 9’x13’.
Otro
de los fenómenos que se estudian son las ondas gravitacionales, perturbaciones
del espacio-tiempo producidas por un cuerpo masivo acelerado. La existencia de
estas, que consiste en la propagación de una perturbación gravitatoria y que se
transmite a la velocidad de la luz, fue predicha por Einstein en su teoría de
la relatividad general.
La
primera observación directa se logró el 14 de septiembre de 2015; los autores
de la detección fueron los científicos del experimento LIGO y Virgo que, luego
de un análisis minucioso de los resultados, anunciaron al público el
descubrimiento el 11 de febrero de 2016, cien años después de que Einstein
pronosticara su existencia. Su detección constituye una nueva e importante
validación de la teoría del científico.
Investigación
de alto nivel
En
el OAN, las ondas gravitacionales se analizan con el telescopio DDOTI, un
conjunto de seis telescopios de 28 centímetros de diámetro y 11 pulgadas, con
una longitud focal de 620 mm.
De
acuerdo con un comunicado del Instituto de Astronomía, el Deca-Degree Optical
Transient Imager (DDOTI, por sus siglas en inglés) es una colaboración entre
México, Estados Unidos y Francia, que localizará con alta precisión el lugar en
el cielo en donde suceden los fenómenos más energéticos del Universo, expuso.
Puede
observar explosiones de supernova, colisiones de agujeros negros o la fusión de
estrellas de neutrones, entre otros procesos astrofísicos que generan
estallidos de rayos gamma y ondas gravitacionales, cuyas contrapartes en luz
visible podrán ser detectadas y estudiadas con los telescopios que conforman el
proyecto DDOTI.
Becerra
Godínez recordó que en el OAN también estudian las kilonovas, resultado de la
fusión de dos estrellas de neutrones que genera una explosión mil veces más
brillante que una nova clásica, uno de los procesos energéticos que será
analizado con el nuevo telescopio robótico Colibrí, una colaboración entre
México y Francia.
Fuente: UNAM