Aguascalientes,
Aguascalientes, 17 octubre. – El Obispo Juan Espinoza Jiménez afirmó ayer que
ni la fe ni los sacramentos se compran ni se venden en la Diócesis de
Aguascalientes, esto por las quejas y las amenazas de abandonar la fe católica
que le han presentado algunas personas que reclaman únicamente servicios
sacramentales para su hijo, sin nadie más, en la Catedral Basílica.
Hoy en día,
dijo que se observa una fe tibia en muchas personas, porque tienen tantas
tristezas, odios y rencores que ponen un velo en su alma y los hace perder la
fe en el amor de Dios. “Muchos me han dicho que les hago perder la fe, porque los
sacerdotes no los ayudan a hacer su capricho de tener un bautismo o una primera
comunión sólo para su hijo, pero lo más bonito es que se haga en comunidad”,
expresó.
Agregó que “a
veces las personas que tienen más dinero piensan que la fe se compra y que la
gracia de Dios como son los sacramentos también se venden, pero no han
reflexionado que no pueden pagar a Dios todo lo que les ha dado. No han
comprendido la belleza de hacer las cosas de modo comunitario. Algunos dicen:
voy a perder la fe, pero la verdad es que no la tienen, es muy tibia y débil”.
Monseñor Juan
Espinoza subrayó que la fe debe estar fundada en Dios, en la vida de sus
familiares, de sus ancestros, que a pesar de las situaciones perseveraban y
luchaban en la vida.
Al celebrar la
eucaristía en su sede catedralicia, el Prelado hizo un llamado a perseverar en
la fe, no desanimarse, es tiempo de ser constantes en la propia vida para ser
mejor. “Un estudiante debe estudiar todos los días, no debe limitarse a hacerlo
un día antes del examen, hay que aprender poco a poco para que cuando llegue la
prueba, la enfrente sin contratiempos”.
En otro
ejemplo, dijo que ningún trabajo es fácil, éstos cuestan, pero cuando hay
perseverancia y constancia se hacen maravillas, no se generan desalientos, las
cosas se construyen poco a poco.