“LLEVO DÍAS CAMINANDO A SAN JUAN, PORQUE LA VIRGEN SALVÓ A MIS HIJOS”

“LLEVO DÍAS CAMINANDO A SAN JUAN, PORQUE LA VIRGEN SALVÓ A MIS HIJOS”

·         El Grupo Chichimeca de San Luis de la Paz, peregrina rumbo a San Juan de los Lagos para agradecer a la virgen por los milagros recibidos

Guanajuato, 26 de enero de 2023. – Ciento veinte horas de camino y contando. María forma parte del Grupo Chichimeca de San Luis de la Paz que viaja caminando a San Juan de los Lagos. El agotamiento no pesa cuando recuerda que la virgen de la basílica salvó a dos de sus hijos: a uno del cáncer y a otro de morir envenenado.

Ella y sus compañeros hicieron una parada en León antes de continuar su trayecto para llegar hasta el municipio jalisciense que, desde hace unos días, recibe a miles de personas que pagan una manda, piden un milagro o simplemente viven la experiencia.

Me ha hecho bastantes, para que le digo que no, me ha sacado de muchos milagros. Tuve un hijo malo de cáncer y otro se envenenó, y sí me ha hecho muchos milagros, andan los dos enteros. Ya ve que el cáncer no tiene milagro, pero me agarré de la virgen y están bien, bendito sea Dios”.

A unos metros está Edgar. Mientras ayuda a sus compañeros para montar una sombra en uno de los campamentos de la ciudad, afirma que la devoción es más grande que el cansancio, y la fe más reconfortante que cualquier vitamina.

Claramente que sí somos muy devotos a la Virgen, porque año tras año hasta que Dios nos dé licencia, vamos a visitarla, y eso es lo que vamos haciendo con mucha fe, y todo aquí vamos. Las ampollas son lo de menos, cuando pensamos en que allá nos espera la virgencita”.

Arnulfo peregrina a su manera. A él le toca conducir el camión que resguarda a sus compañeros. Él no tiene una manda en específico. De hecho, es la primera vez que vive la experiencia porque su cuñado, no pudo hacerlo este año.

Pues a veces uno como compañero y como cuñado (ayuda), vengo a echarle la mano porque no puede caminar, y a veces vamos, yo apoyo cuando se me requiere en ese sentido, porque lo hacemos con gusto, apoyar cuando no puede manejar yo puedo”.

El terreno es amplio, los más pequeños calman su aburrimiento con una cascarita rodeados de uno que otro remolino que se forma en el lugar. La fe de los ludovicenses no distingue de edades, los adultos la inculcan a los infantes.

Todavía les faltan alrededor de 96 horas para llegar. De acuerdo con sus planes estarán llegando a la basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos el 30 de enero con la promesa de volver a caminar por más de 100 horas el año entrante.

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