Diana Saavedra
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Con la
idea de sensibilizar a los jóvenes viajeros sobre la cultura local, especialistas
de la Universidad Erasmus Rotterdam encabezan el proyecto Cultsense para
mejorar la experiencia no sólo del viajero sino de las personas que los
reciben, comentó Lénia Marques, titular del proyecto.
La
experta de la Escuela de Historia Erasmus presentó el proyecto en el marco del
Seminario Permanente Internacional Espacio, Cultura y Turismo, organizado por
el Instituto de Geografía de la UNAM, y precisó que en los últimos tiempos se
ha visto un incremento constante de la movilidad que, claro, se detuvo durante
la pandemia, pero crece nuevamente y se ve ahora como parte de una
diversificación de los visitantes, intereses y percepciones.
Durante
la charla “Making Cultsense: Cultural sensitivity in cultural tourism”
(Haciendo Cultsense: sensibilidad cultural en el turismo cultural) destacó que
la falta de conocimiento de tradiciones ha incrementado los malos entendidos y
las tensiones entre los hospederos y locales, aunque muchas de ellos están
bien, se sabe de historias en diferentes sitios que han comenzado a ser cada
vez más populares, generando la irritación de las personas locales debido a la
actitud de algunos turistas.
La
experta en cultura y comunicación puso como ejemplo el caso del distrito rojo
en Ámsterdam, donde los turistas suelen ir al ser un sitio muy popular, y ahí
recientemente se han visto varias campañas en las ventanas y puertas de los
establecimientos pidiendo respeto para los trabajadores sexuales.
“Esta
es una forma de comprender dónde se está y respetar los derechos humanos,
básicamente. Otro ejemplo de esta discusión es en las calles de Obidos
(Portugal), pues hace tiempo las personas comenzaron a utilizar el azul de las
paredes para pintar mensajes en los muros, lo que llevó a una lucha contra
ellos, pues muchos turistas trataban de dejar su marca diciendo: estuve aquí,
lo que daña el patrimonio”, comentó.
De ahí
que Marques consideró necesario desarrollar las competencias de sensibilidad
cultural que tengan el potencial de mitigar tensiones y crear acuerdos mutuos
entre los turistas, las personas locales, las partes interesadas, y otra
población potencialmente interesada; ofrecer experiencias turísticas de mayor
calidad, además de más valoración de la cultural local y de su herencia.
Recordó
que la Organización Mundial de Turismo (UNWTO, por sus siglas en inglés) estimó
en 2018 que el turismo cultural representa el 37 por ciento de los viajeros,
aunque existen dudas si se debe contabilizar a aquellos que se trasladan por
otros motivos, pero terminan haciendo visitas culturales en consecuencia.
La
UNWTO ha definido al turismo cultural como un tipo de actividad donde la
motivación esencial del visitante es aprender, descubrir, experimentar, y
consumir las atracciones tangibles e intangibles en el punto de destino. Estas
atracciones o productos son una serie de materiales intelectuales,
espirituales, y emocionales de una cultura que abarcan las artes, arquitectura,
herencia cultural, culinaria, literatura, música, industrias creativas, estilos
de vida, creencias y tradiciones.
Las
culturas locales son complejas y resguardan elementos del pasado, el presente y
el futuro, donde las tradiciones son parte de esa herencia, ésta es una
narrativa que debe ser reinventada en el futuro, enfatizó.
De ahí
que el proyecto Cultsense representa una serie de herramientas que buscan hacer
el turismo más responsable, ofreciendo una forma de práctica consciente de
socializar, hacerlo de manera sustentable y se basa en herramientas como la
Declaración de Cape Town sobre el Turismo Responsable; la Guía de Turismo Civilizado;
la Guía de turismo de Japón; la Academia de Islandia; el Código de ética global
para el turismo de la UNWTO y una serie de artículos en línea.
El
proyecto Cultsense llama al desarrollo de herramientas que lleven a
sensibilizar a los jóvenes viajeros respecto al mejor comportamiento, normas,
valores, creencias y cultura de los sitios que visitan; esto con la idea de que
reducir la presión por la movilidad, así como las tensiones entre locales y
visitantes.
En
esta iniciativa se cuenta con la participación de las universidades Erasmus
Rotterdam, como líder del proyecto, la de Girona (España), y de Ciencias
Aplicadas NOVIA (Finlandia); así como el Instituto Politécnico de Viana do
Castelo (Portugal), la Universidad Lucian Blaga de Sibiu (Rumania), la Confederación
de Viajeros WYSE, y la Asociación para el Turismo y Educación ATLAS.
“Algunas
de las herramientas que hemos desarrollado están relacionadas con una
aproximación metodológica, videos –ustedes pueden seguirnos en YouTube y ver
muchos videos de nuestros estudiantes, de nosotros–, es algo que queremos
seguir manteniendo; también tenemos casos de estudio, módulos de aprendizaje y
herramientas pedagógicas, publicaciones y contenidos multimedia”, comentó la
investigadora.
Lo que se busca es ofrecer un giro educativo en turismo, con un enfoque de abajo hacia arriba, que combina la educación formal e informal, y se enfoca en recursos amigables digitalmente, como el video, varios de los cuales pueden ser consultados en el sitio https://www.cultsense.com/, finalizó.
FUENTE: UNAM