Representantes de artesanos y defensores de derechos humanos urgieron a autoridades a definir planes para reimpulsar a corto y mediano plazo al sector artesanal de la Ciudad ante el impacto que ha sufrido durante la pandemia.
Israel Mondragón, coordinador de la Red de Artesanos Anáhuac, explicó que dicho sector es uno de los más nutridos en el ámbito cultural, pero que también se trata de uno de los que enfrentan mayor precariedad y falta de apoyo institucional para enfrentar la crisis.
Durante el seminario «Aprendizajes pandémicos: prácticas colaborativas», Mondragón destacó que el artesanal es el segundo ámbito cultural en el que más personas laboran, sólo por detrás de la producción audiovisual.
Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Capital, urgió a que las autoridades aseguren las condiciones para que las y los artesanos desarrollen sus actividades y puedan generar ingresos dignos para tener una vida estable.
«Una condición para preservar la riqueza artesanal de los pueblos es que su producción sea sustentable», enfatizó Ramírez.
Destacó que antes de la pandemia existían mecanismos y recursos que permitían a las comunidades artesanales organizar su oficio de producción, venta y ahorro para subsistir.
«Sin embargo, estos mecanismos se han debilitado sensiblemente dos años después, los cuales ponen en riesgo la existencia de talleres de los que dependen miles de familias y la continuidad del apoyo cultural de las comunidades artesanales», lamentó.
Según cifras oficiales del INEGI, en 2019, las artesanías generaron casi 15 mil puestos de trabajo ocupados remunerados en el País. Esta cifra equivalía al 35 por ciento de los puestos de empleo del sector de cultura en su conjunto.
De acuerdo con el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), entre las múltiples carencias que enfrentan las personas artesanas destacan que no cuentan con infraestructura adecuada para desarrollar su producción y venta; no tienen condiciones básicas para contar con ingresos permanentes, tampoco prestaciones ni espacios laborales.
«Si bien la pandemia de Covid-19 agravó esta precariedad, es también una oportunidad para pensar y repensar nuestros haberes y la importancia de tejer comunidad», añadió Ramírez.
El 19 de marzo es el Día Internacional del Artesano, y de acuerdo con la Unesco, éste se trata de un sector en el que los derechos culturales se relacionan con la identidad individual y colectiva al representar en sus creaciones el resultado de usos y técnicas ancestrales.
