TÉRMINOS PREFERIDOS AL HABLAR DE LA ADICCIÓN

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UNO MENOS

Salvador Farfán Infante

La adicción es un trastorno médico crónico que se puede tratar. Todavía hay muchas personas que, a menudo sin intención, se refieren a la adicción en formas estigmatizantes, es decir, utilizan palabras que pueden arrojar un matiz negativo o vergonzante sobre la persona que sufre el problema, lo que puede impedir que esa persona busque tratamiento. Con unos simples cambios en el lenguaje es posible reducir o eliminar la negatividad y el estigma asociados con los trastornos por consumo de sustancias. A continuación, se describe qué es el estigma, cómo afecta a las personas con trastornos por consumo de sustancias y cómo usted puede ayudar a crear un cambio.

El estigma y la adicción

¿Qué es el estigma?

El estigma es una forma de discriminar a un grupo identificable de personas, un lugar o un país. El estigma que recae sobre las personas con trastornos por consumo de sustancias puede incluir conceptos incorrectos o infundados como por ejemplo, la creencia de que esas personas son peligrosas, no son capaces de manejar el tratamiento o son responsables por su condición.

¿De dónde proviene el estigma?

Es posible que el estigma que rodea a la adicción provenga de ideas anticuadas e incorrectas o del miedo a lo que es diferentes o se malinterpreta. Hoy en día, sabemos que la adicción es un trastorno médico crónico que se puede tratar. También sabemos que las personas pueden recuperarse y continuar viviendo vidas saludables.

¿Cómo afecta el estigma a quienes sufren un trastorno por consumo de sustancias?

  • La estigmatización puede hacer que las personas que sufren de un trastorno por consumo de sustancias estén menos dispuestas a buscar tratamiento.
  • Los estereotipos negativos sobre las personas con trastornos por consumo de sustancias pueden hacer que otros sientan lástima, miedo o incluso enojo.

¿Qué podemos hacer para cambiar la situación?

  • Al hablar con personas con trastornos por consumo de sustancias o sobre ellas, es necesario asegurarse de que las palabras empleadas no sean estigmatizantes. La tabla siguiente presenta algunos consejos útiles como punto de partida.
  • Utilice lenguaje que invoque primero a la persona, de modo de poner el énfasis en la persona y no en la enfermedad. Esto significa eliminar las palabras que definen a una persona por su condición o que tienen connotaciones negativas. Por ejemplo, la frase “persona con un trastorno por consumo de drogas” tiene un tono neutral y separa a la persona del trastorno.
  • Deje que las personas elijan cómo se las describe. Si no está seguro de qué palabras utilizar, simplemente pregunte. Consulte con amigos y seres queridos sobre cómo se refiere la persona a sí misma y cómo le gustaría que otros se refirieran a ella.

Fuente: El Blog de Nora Volkow

Directora del National Instiutte of Drugs Abuse

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