LA SELECCIÓN MEXICANA SIGUE ENFERMA

LA SELECCIÓN MEXICANA SIGUE ENFERMA

Quedan 159 días para el debut en la Copa del Mundo, pero la Selección Mexicana no erradica sus vicios.

Errores a balón parado, en coberturas defensivas, en el juego aéreo y de contundencia, esas son las características del Tricolor.

Ya no existe la presión de la Eliminatoria Mundialista, pero el equipo sigue tenso.

Mientras el técnico Gerardo Martino minimiza la importancia de estos juegos de preparación, el Tri despierta dudas entre sus incondicionales, quienes abuchearon en el juego contra Uruguay y exigieron el cese del «Tata» durante el duelo ante Surinam.

Los charrúas exhibieron lo mucho que le duele a México enfrentar a un «killer»: Edinson Cavani liquidó en dos oportunidades, tal y como años atrás lo hizo el argentino Lautaro Martínez con un hat-trick. En Qatar, el rival será Robert Lewandowski, el mejor delantero del mundo, quizá junto con Karim Benzema.

A balón parado, al Tri le cruje cada hueso: así le anotó Uruguay, pero ayer Jamaica también cimbró el poste por dicha vía.

Los seleccionados exhiben desconcentración al fallar pases de rutina en las salidas, provocando el ataque rival, pero también cuando en jugadas en superioridad numérica optan por la falta, presas de la desesperación, como lo hizo Jesús Gallardo ante Ecuador y Jesús Angulo contra Surinam.

Los centrodelanteros casi no gozan de opciones de gol y prácticamente sólo saben anotar de penal. Cuando México llega, algunos tienen definiciones dignas de Ripley, como ocurrió ayer con Uriel Antuna al machucar el balón casi en el área chica, ya con el portero vencido.

En los tres postes

Guillermo Ochoa y 10 más en el debut mundialista contra Polonia.

La portería es la única posición que no le duele a la Selección Mexicana.

Al minuto 39 del amistoso contra Ecuador, Memo hizo una atajada con alto grado de dificultad: en un remate en el área chica, fue prácticamente un split para desviar el balón con el pie derecho y después, con puro reflejo, desvió el esférico con la mano.

Ochoa va por su quinta Copa del Mundo, la tercera como titular. Se repuso a su baja de nivel, evidenciada en noviembre pasado contra Canadá, en la Eliminatoria Mundialista.

El problema es que los demás porteros no ofrecen las mismas garantías. Alfredo Talavera no exhibe la misma solvencia que con Pumas (Uruguay le anotó 3), mientras que Rodolfo Cota tuvo un error de técnica contra Nigeria (al estilo del alemán Loris Karius en la Final de la Champions en 2018), además de que no cortó el centro ayer en el gol de Jamaica.

Carlos Acevedo apenas disputa sus primeros minutos en este proceso. Jonathan Orozco perdió bonos debido a su baja de nivel.

Defensa rota

A México le cruje cada hueso cuando lo atacan.

El Tricolor tiene múltiples fracturas en el sector defensivo, ya sea con balones a la espalda de los centrales, en pases filtrados, en las coberturas y, por supuesto, en jugadas de táctica fija.

En cinco partidos de este verano, tres amistosos y dos de Nations League, nunca repitieron los centrales. El técnico utilizó a las parejas Montes-Moreno (Nigeria); Montes-Araujo-Angulo (Uruguay); Araujo-Moreno (Ecuador); Reyes-Angulo (Surinam) y Domínguez-Angulo (Jamaica).

Tampoco hay garantías por las laterales. Ni Jorge Sánchez ni Kevin Álvarez ni Julián Araujo son eficientes a la defensiva, además de que quedaron a deber en la ejecución de sus centros, al incorporarse al ataque.

Por el sector izquierdo, Gerardo Arteaga y Jesús Gallardo están lejos de su mejor versión, este último incluso con una distracción que costó el gol de Jamaica, ayer en Kingston; el más cumplidor fue el diestro Érick Aguirre, con buenos pasajes ante Surinam.

En promedio, México recibió un gol por partido.

Queda a deber

El cinturón de un equipo es clave, ya sea en términos de solidez defensiva o de construcción, zona en la que México también está en deuda.

Edson Álvarez exhibe el gran ritmo que tiene en el Ajax, pero no encuentra socios. En una doble contención, el zurdo Érick Gutiérrez no supo cobijarlo en la goleada contra Uruguay; no logra llenar los zapatos del ya veterano Andrés Guardado.

Héctor Herrera también puede ser la primera opción de salida o desempeñarse como volante interior, pero renunció al Atlético de Madrid por el Houston Dynamo, de una Liga en la que no le faltará ritmo, pero sí competitividad.

En estos partidos, elementos como Luis Chávez, Érick Sánchez y Fernando Beltrán dejaron buenas sensaciones, pero son mediocampistas complementarios, difícilmente la primera opción para el debut mundialista contra Polonia.

Luis Romo es inconstante porque así como dio una triste exhibición contra Surinam, ayer fue de los más destacados en la visita frente a Jamaica.

Si México venció a Alemania en el pasado Mundial, mucho tuvo que ver el trabajo en la media cancha.

En penumbras

Si esto se gana con goles, México ya pierde uno a cero.

En la delantera del Tri, Raúl Jiménez aún no recupera la gran versión que exhibió previo a aquella fractura de cráneo, en noviembre de 2020. Sólo anota por la vía penal.

Después, el segundo 9, Rogelio Funes Mori, recién se recupera de una lesión y por ello no fue convocado en estos cinco partidos.
Santiago Giménez, de 21 años, le complica la lucha por ese tercer puesto como centrodelantero a Henry Martín.

Una promesa como José Juan Macías se apagó muy pronto y tal parece que Javier Hernández no regresará al Tricolor ni con sus recientes coqueteos.

Por los extremos, la Selección Mexicana sigue esperando a Jesús Manuel Corona, mientras que Alexis Vega padece del mismo mal.

A la ofensiva, elementos como Rodolfo Pizarro y Sebastián Córdova exhiben que no llegaron al Tricolor por méritos actuales. Roberto Alvarado y Orbelín Pineda tampoco marcan diferencia. El único jugador que revoluciona al Tri, por su picardía y valentía, es Diego Lainez, toda vez que a Marcelo Flores aún le falta recorrido.

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