Por Héctor Guerrero
Según el diccionario dela Real
Academia de la Lengua Española percepción es la sensación interior que resulta
de una impresión material hecha en nuestros sentidos.
Es decir, no pensamos en la
realidad, sino en lo que nos parece que es.
Al grado tal que ponderamos las
sensaciones, las impresiones y a los propios sentidos para hablar de un tema,
incluso para tomar postura, sin saber realmente la realidad de lo que se
defiende.
Los políticos de toda la vida
trabajan bajo esta máxima, hablan y hablan a veces sin conocer el tema,
disfrazado de que se domina la situación y que son dueños de la verdad que
predican.
Alguna vez en la historia de
nuestro México mágico ¿hubo un presidente de la república que convocara a
marchar en contra de otros ciudadanos?
Pues pronto y de forma
lamentable, lo habrá y seremos testigos de este hecho por demás patético de la
historia de México.
Reconociendo de antemano las
argucias, las triquiñuelas de las que hace uso el presidente y sus seguidores,
estamos por vivir el desenlace de una serie una serie de eventos lamentables y
desafortunados, que van a concluir con lo único que se le pudo ocurrir y que
sabe hacer: una marcha.
A manifestarse, a mostrar el
músculo, a decir que él tiene un poder por encima de las leyes , de las
instituciones y aun así confía en que el pueblo sabio es conocedor de sus
buenas intenciones.
«En mi caso, a la primera
manifestación de 100 mil personas y que yo vea que en las encuestas ya no tengo
apoyo, a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato. Ahí
nos vemos porque tengo principios e ideales».
Es un charlatán.
Tomando como parteaguas la marcha
en defensa del INE al día de hoy vamos a realizar un retrato muy básico de lo
que estamos a punto de ser testigos.
Primero la descalificación
inmediata por parte del gobierno, representado por el impresentable de Martí
Batres quien dijo que la marcha habría de 10 a 12 mil personas, lo que alimentó
el hambre de todos los publicistas del gobierno para arremeter contra la marcha.
Me encantan cuando los
ultrachairos dicen “fue una marcha de la ultraderecha”, cuando el orador
principal fue nada más y nada menos que José Woldenberg; sin embargo,
¿Asistieron sectores de derecha a la marcha en defensa del INE? ¡por supuesto!
¿Y qué tiene de malo?
Nada en absoluto, tomando en
cuenta que el “derecho” mayor (por llamarle de alguna manera que no suene
ofensiva), despacha en Palacio Nacional todos los días. Si yo sé que ese sapo
lo traen atorado, pero ya pronto se lo van a poder tragar, no se preocupen.
Y para colmo, el remate del
patrón…
“Lo que más molesta es la
hipocresía, la simulación. Fue muy importante la marcha de ayer, una especie
streptease del conservadurismo en México”. Así habla el presidente de México.
Viene una marcha orquestada desde
el gobierno federal, de entrada una antítesis de lo que sucedió en la marcha en
defensa del INE, viene una reacción una muestra de lo desesperados que ya
están, que el voto que representa López se está diluyendo y son capaces dee
cualquier cosa, hasta de exponer al presidente a un infarto con tal de jalar
adeptos, obligar a un anciano enfermo del corazón y con sobrepeso, a marchar
entre 6 y 8 kilómetros a la mera hora del sol, ¿A qué velocidad avanzará la
marcha? ¿Al paso de López? O peor, ¿lo van a obligar a caminar rápido? bueno
son capaces de eso y más.
Obviamente el próximo fin de
semana veremos la unción del rey de México, de las marchas y de la verdad, no
por demanda o solicitud de sus gobernados , es para curar el ego profundamente
lastimado del tirano.
Por favor imagínense la foto de
la primera línea de la marcha, por donde lo vean a quien se imaginen va a ser
un espectáculo grotesco, pues solo están ahí para adular, ponerse de tapete,
solapar el resentimiento, el capricho de su jefe y hacerle todas las maromas
caravanas y reverencias que su pejestad exige.
Un Zócalo pletórico de acarreados
gritando consignas y vivas, un sistema de transporte colectivo, como el metro,
tapizado de propaganda para la marcha del presidente, senadores y diputados ya
listos con su trapo para limpiar botas, sables, rifles y todo.
Eso es lo menos que vamos a ver,
vamos a dejar que nos sorprendan que se exhiban solos en un evento que vamos a
pagar con nuestros impuestos y no podemos hacer nada al respecto, vamos a
patrocinar la rabieta ya llenar el ego dolido del tirano.
Por lo menos hay que disfrutar el
espectáculo.
Hoy López, el futuro para México
que quiere es el México del pasado, de Echeverría, su tocayo (López Portillo) y
Bartlett. La marcha va a cumplir su objetivo , de generar la percepción de que
todo está bien, que López mueve las masas y que es el salvador de México, en
fin una representación de “El traje nuevo del Rey”.
Cuando llego a este punto digo:
¿Realmente López es quien manda? ¿O hay por ahí unos hombrecillos verdes (o
azules o amarillos) moviendo los hilos de México?
Nunca hay que dejar pasar de
largo la realidad, pero lo pero que podemos hacer es dar la espalda a la
percepción.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero