El francés Sylvain Gasançon, el nuevo
director artístico de la Orquesta Filarmónica de la UNAM
(OFUNAM), define como una misión de una orquesta en el siglo 21
tocar la obra de compositoras, casi siempre relegadas de los repertorios.
Nombrado para tomar la batuta de la agrupación universitaria, acéfala desde
diciembre de 2020, el director francés asume entonces el propósito establecido
por la Dirección de Música de la UNAM de incluir en todos sus programas,
en lo posible, obras de mujeres.
«Es una misión hacerlo y defender esta música, que
sea la música nueva pero también de muchas
compositoras que se olvidaron. Son varias; del siglo 19, pocas, pero de
principios del siglo 20 son muchas, muchas que no tuvieron la fortuna de
acceder a grandes orquestas», expone el director en entrevista a distancia
desde Polonia, donde toma unos días de descanso.
Planea para septiembre, cuando la orquesta inicia temporada, programar
la obra de al menos una compositora, cuyo nombre aún no puede revelar.
Y contempla invitar a directoras huéspedes, cuyo número ha crecido.
«Ellas tienen que defender la música de las compositoras y
nosotros, como hombres, también; el mundo cambió, no podemos
seguir como antes, hay que renovar la visión de un concierto de música
académica.
«No se trata solamente de hombres blancos, se trata de mujeres, de varios
orígenes. Si el mundo es global, hay que tocar la música de
compositoras mexicanas o de (compositores) afroamericanos, que sea buena
música; lo único es la buena música«, ataja.
UN SONIDO NUEVO
Una vez vuelva a instalarse en París, estos días, tras sus vacaciones,
comenzará las charlas con José Wolffer, titular de Música
UNAM, para llegar a un acuerdo sobre la programación para su
primera temporada como director artístico. Su periodo comprenderá de enero de
2023 a diciembre de 2025.
Como titular de la OFUNAM, Gasançon se propone «construir un sonido y un
nuevo repertorio».
«Lo que más me gusta de la música es el sonido de una orquesta, así
que la primera idea es construir un sonido propio que sea no
solamente el mío sino también de ellos (los músicos), y construir un
nuevo repertorio para redescubrir obras antiguas que se olvidaron,
pero también música nueva», asegura.
Comparte que muchos músicos se le han acercado para darle la bienvenida tras su
designación, diciéndole que se sienten afortunados.
«Me siento muy contento por eso, pero también me siento afortunado
de tener muy buenos músicos, amigos, con una cierta libertad de
programación y buenas discusiones con el maestro Wolffer», responde en un
perfecto español, lengua que aprendió a raíz de sus lazos musicales con México.
EL REENCUENTRO
Gasançon ganó en 2005 el Concurso Internacional
de Dirección de Orquesta Eduardo Mata de la UNAM y, a partir de 2016,
ha sido batuta huésped de la orquesta universitaria.
Asegura conocer «lo bueno y lo malo» de la OFUNAM, como lo tiene toda
orquesta del mundo, al igual que los directores.
«Sé cómo trabajar para conseguir lo que quiero», dice.
Al tener una presencia constante con la orquesta como su director artístico se
propone hacer un trabajo preciso y específico a partir de lo que ya ha hecho
con la agrupación, y donde también cuenta con la confianza de los músicos.
«Depende de cómo perciben mis ideas, si perciben que es algo lógico, que
funciona musicalmente y que tú tienes la convicción de lo que quieres pedir, y
que lo pides con buenas palabras, técnicamente hablando. Es un proceso,
no es algo que se puede poner en un papel en una lista de cosas por
hacer», expone.
Gasançon planea dirigir de 28 a 30 conciertos al año y la OFUNAM será
la prioridad en su calendario.
Y dará espacio a la música vocal, una experiencia que beneficia a
una orquesta al saber «respirar con el cantante» y un fraseo
distinto.
Dado el curso de la pandemia por Covid-19, estima contar con la
orquesta en pleno para la próxima temporada, además del aforo completo en
la Sala Nezahualcóyotl, la sede de la agrupación. «Si no hay
sorpresas», confía, con una sonrisa.