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El
Papa Francisco, en el Día de la Memoria del Holocausto, lanza un tuit que se
hace eco de las palabras que pronunció en la Audiencia General del pasado
miércoles: el odio y la violencia alimentaron el horror del Holocausto
Vaticano, 27 de
enero de 2023. – «El exterminio de millones de personas hebreas y de otras
religiones no puede ser ni olvidado ni negado. No puede haber fraternidad sin
arrancar primero las raíces de odio y de violencia que han alimentado el horror
del Holocausto».
Este es el tuit
del Papa Francisco en el Día de la Memoria, establecido en 2005 para conmemorar
a las víctimas del Holocausto.
En el ’45 el
descubrimiento del horror
Es el 27 de enero
de 1945, a las 8.00 horas, las tropas soviéticas entran en el campo de
concentración de Auschwitz-Birkenau y lo liberan. Unos 7.000 prisioneros fueron encontrados por
los soldados del Ejército Rojo y entre ellos había muchos niños. Nos hicimos
una idea de lo que ocurrió a partir de imágenes tomadas de documentales, fotos,
películas. Las miradas vacías en los rostros huesudos de los que habían
sobrevivido. Anonadados, agotados por el sufrimiento, el frío y el hambre,
incapaces ahora de sentir alegría por la liberación. Cómo olvidar los montones
de huesos sin nombre, de los asesinados y de aquellos identificables por un
número en la muñeca. Restos humanos y objetos amontonados, ordenadamente
dispuestos, como para crear un orden ajeno a la humanidad que se quería
cancelar. Borrar el recuerdo de lo que habían sido, arrebatarles su
dignidad. «Si esto es un
hombre» escribió Primo Levi, pues esto era la Shoah, el intento de
eliminar toda dignidad de la persona humana, discriminada a través del odio y
el racismo.
Ante una evidencia
tan abrumadora no se puede fingir que nunca ocurrió; ante tal atrocidad no se
puede olvidar, como reiteró de nuevo el Papa en sus saludos durante la
Audiencia General del pasado miércoles: «El recuerdo del exterminio de
millones de judíos y de personas de otras confesiones no puede ser olvidado ni
negado. No puede haber un compromiso constante para construir juntos la
fraternidad sin haber disipado antes las raíces del odio y la violencia que
alimentaron el horror del Holocausto». Las palabras del Papa casi parecen
hacerse eco de la amarga consideración expresada por la senadora Liliana Segre
el 23 de enero en Milán, cuando habló del «peligro del olvido» y
afirmó que «dentro de unos años habrá una línea en los libros de historia
y luego ni eso».
El Papa con
Edith Bruck
El Papa Francisco
dirigió estas palabras a Edith Bruck, escritora, poeta y ex deportada, con la
que se reunió en varias ocasiones: «He venido aquí para agradecerle su
testimonio y rendir homenaje al pueblo mártir de la locura del populismo nazi.
Y con sinceridad le repito las palabras que pronuncié de corazón en Yad Vashem
y que repito ante cada persona que, como usted, ha sufrido tanto a causa de
esto: ‘¡Perdón, Señor, en nombre de la humanidad!'».