LA ESCULTORA EDITH BERLÍN, AL RESCATE DE LAS “ADELITAS”
Por Edgar Hernández*
Edith Berlín, la mejor escultora de México, es la propuesta del sector campesino para que refleje en su obra el valor y heroísmo de la mujer mexicana manifiesto en las luchas sociales.
Es el caso de las “Adelitas” de la Revolución Mexicana.
Esa guerrillera, la bien llamada “la soldadera”, ha sido plasmada en bronce en monumental escultura por Edith Berlín como símbolo de la inacabada lucha social que ha librado la mujer a lo largo de la historia.
Esta obra rinde asimismo homenaje a la mujer campesina que participó en las contiendas revolucionarias al lado de próceres como Zapata y Villa.
Ayer en la Asamblea de Líderes Agraristas, reunidos en la Universidad de Xalapa de don Carlos García Méndez, se aprobó por unanimidad solicitar a la primera mujer gobernadora, Rocío Nahle, adquiera la monumental obra y coloque en un lugar público “ya que es una deuda por saldar con las luchadoras sociales”.
Edith Berlín es hoy por hoy la máxima exponente del arte escultórico en México.
Ayer fue reconocida al igual que al distinguido jurista, experto en Derecho Electoral y poseedor de una larga carrera académica y de servicio público por más de 60 años, Francisco Berlín Valenzuela por el agrarismo veracruzano.
En dicho encuentro fueron entregadas Diplomas de Honor y Reconocimientos a distinguidos luchadores sociales, funcionarios públicos y personajes de la sociedad civil, por sus méritos al servicio de la causa campesina de Veracruz.
La escultora Edith Berlín es una de ellas, una talentosa mujer que ha entregado a México obras tan importantes como la “Justicia”, “Alas de la Libertad” y “Sabiduría Eterna”.
Es la misma Edith que eternizó para la memoria del imaginario colectivo veracruzano, obras de personajes que hicieron historia como Rafael Guízar y Valencia y el destacado intelectual y humanista don José Iturriaga Sauco.
Esta mujer de singular personalidad y extraordinaria alegría fue alumna del maestro Ernesto Jorajuria en dibujo y pintura, así como del maestro Mayo Abitia en dibujo anatómico.
Diplomada en Historia del Arte de la Academia Mexicana en la ciudad de México y en la Universidad de Xalapa, se aplicó en la escultura en barro y terracota con Saúl Moreno, sin dejar la Academia de San Carlos en la ciudad de México.
De ahí salieron sus primeras obras hasta llegar a las monumentales de cuatro metros y dos toneladas de peso.
Por ello, tal como se ha escrito de su obra, contemplar cualquiera de sus esculturas pareciera que el bronce cobra vida.
Aun presente en la Zona Rosa del viejo Distrito Federal está la emblemática “Armonía”, que representa una sirena escoltada por dos delfines. La Zona Rosa, decía el pintor y escultor José Luis Cuevas, no se podría entender sin esa obra.
La “Justicia”, otra de su colección para la posteridad, fue seleccionada por la Facultad de Derecho de la UNAM, como Premio “IUS”, que se otorga a los maestros más destacados en la jurisprudencia
La escultura “Alas de Libertad” de tres metros y medio ubicada en la “Ruta de la Amistad”, sigue presente en el Anillo Periférico de la ciudad capital.
Con el mismo sello queda para la posteridad la escultura “Sabiduría Eterna”, seleccionada por la Editorial Porrúa para la portada del libro “Política y Derecho en Nuestro Tiempo”.
Y ahí enhiesto don Rafael Murillo Vidal eternizado por Edith en un monumento a su memoria colocado en la avenida del mismo nombre en Xalapa.
Quedan asimismo para la historia plasmada en bronce, ilustres veracruzanos como el padre Juan Martín del Campo, el ingeniero Luis G. Rendón, el doctor José Luis Sánchez Gil y esa hermosa escultura de cuatro metros que representa “La Bella Xalapa”, ubicada en el Fraccionamiento “La Loma”, en Xalapa.
Para Edith todo ha sido como un sueño en plastilina hecho bronce que trasciende a la eternidad.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo