LA DEPRESIÓN NO ES SEÑAL DE LOCURA
- En el día mundial de la lucha contra ese padecimiento, que se conmemora el 13 de enero, Clara Haydee Solís Ponce precisa que podría ocurrir en algún momento de nuestra vida
- Asistir al psicólogo es parte de nuestro autocuidado y amor propio, indica
- La FES Zaragoza cuenta con Clínicas Universitarias de Atención a la Salud, que brindan asistencia psicológica dirigida a estudiantes universitarios y población en general
Ciudad Universitaria, CDMX, 11 enero 2025.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, a escala global 280 millones de personas, en promedio, sufren depresión, trastorno mental más frecuente entre mujeres que en varones, aunque también son propensos jóvenes y ancianos. Constituye un problema importante de salud pública mundial, más de cuatro por ciento de la población vive con este cuadro.
En México, según datos de la Secretaría de Salud del gobierno federal, 3.6 millones de personas adultas la padecen; de ellas, uno por ciento son casos severos. Se caracteriza por disminución del estado de ánimo, sentimientos de tristeza, dificultad para concentrarse y alteraciones en el patrón de sueño y apetito. En casos severos se presenta una forma de incapacidad que afecta todos los aspectos de su vida y reacciones somáticas como dolor, hormigueo y rigidez muscular.
Al respecto, la profesora y terapeuta familiar de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, Clara Haydee Solís Ponce, afirma en entrevista que es complejo “porque impacta diferentes áreas de la vida personal: familiar, laboral, educativa y social”.
Señala que según cifras del Sexto Informe de Gobierno de la Ciudad de México, durante los primeros siete meses de 2024 los casos de depresión crecieron en 16.3 por ciento, alcanzando 14 mil 248 consultas en los servicios de salud.
En ocasión del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión -que se celebra el 13 de enero para concienciar al respecto y fomentar la búsqueda de ayuda profesional- destaca que a escala global 25 por ciento de las consultas en los servicios en esa área están relacionadas con este trastorno.
La también responsable del Programa de Atención Psicológica para la Comunidad de la FES Zaragoza apunta que además de ser multifactorial e invasivo, podría desencadenarse por interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos, y se le puede identificar cuando los síntomas suelen mantenerse más de dos semanas.
Observación
De acuerdo con la experta, es necesario distinguir cuando los cambios en el estado de ánimo sean una respuesta natural a eventos como haber reprobado un examen, romper una relación de amistad o sentimental, no haber conseguido algún ascenso, perder el empleo. “Serían situaciones que pudieran hacer que una persona tuviera una respuesta de tristeza, pero que no necesariamente se convierten en depresión”.
Solís Ponce, quien brinda atención psicológica en la FES Zaragoza y en la Clínica Universitaria de Atención a la Salud, Tamaulipas, ubicada en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, refiere: “por la población que atiendo en dicha clínica, el grupo de mujeres de entre 20 años y 35 es el que más solicita los servicios, pero también es la población con mayor adherencia al tratamiento”.
Con relación a infancias y adolescentes, con base en su experiencia, el panorama cambió a partir de la pandemia por la COVID-19; es decir, hasta antes de este acontecimiento en dicho centro se atendían dificultades de conducta, alteraciones desafiantes como acoso escolar. Sin embargo, posteriormente los cuadros clínicos de depresión y ansiedad, a partir de los ocho años, comenzaron a incrementarse.
A decir de la universitaria, la crisis sanitaria visibilizó la importancia de la salud mental y que mayor número de personas se acercaran a la Clínica, entre ellos cada vez más hombres y adultos mayores.
Explica que la FES Zaragoza cuenta con el Programa de Atención Psicológica para la Comunidad que brinda atención a los universitarios, pero también dispone de otras siete clínicas universitarias, seis de ellas en el municipio de Nezahualcóyotl y una en el de Los Reyes La Paz, para la atención de la población en general y la comunidad universitaria, así como programas de la residencia en Terapia Familiar y de Terapia a Adolescentes, establecidos en los planteles del bachillerato de la UNAM.
Vale la pena mencionar que como parte de la terapia que se brinda, en particular a los jóvenes universitarios, se les explica que en ocasiones, frente a situaciones inesperadas y opuestas a sus expectativas, se tiene poca tolerancia a la frustración, porque a veces uno se siente incapaz de hacer frente a los desafíos de la vida, o se cree que no se cuenta con las herramientas suficientes para ello y empezamos a desarrollar estos cuadros de indiferencia, apatía y de poca iniciativa; ello les permite poder comprender lo que les ocurre, expone.
Resalta: es necesario que la población sepa que la depresión es un padecimiento que podría ocurrir en algún momento de nuestra vida, no es una cuestión de actitud, sino una realidad de salud mental, y no una señal de locura.
También es esencial conocer que el tratamiento farmacológico no los hace dependientes; son bastantes las personas que evitan los servicios de salud mental porque consideran que les prescribirán medicamentos. En realidad, es el especialista en psiquiatría quien determina si es necesario y en qué dosis.
“Considerando que las mujeres somos quienes más vamos al servicio de salud mental, no podemos dejar de lado la cuestión hormonal. Tenemos una cita puntual y no negociable con la naturaleza que influye directamente en nuestros estados de ánimo y en nuestros reguladores, ese también es un factor orgánico que debemos descartar; es decir, que no haya un desajuste hormonal que pueda provocar síntomas similares a los de la depresión”, detalla.
Formas de prevención
Para cuidar nuestra salud mental, sobre todo en la población joven, hay que preservar un sentido de identidad y de pertenencia al núcleo familiar, porque es el centro de nuestras relaciones. “En casa es importante que los padres establezcan este sistema con sus hijos e hijas y mantenerlo. Además, deben tener alguna actividad de beneficio propio como tender la cama, recoger la ropa, ordenar su habitación, etcétera”.
Estas y otras funciones, por básicas que sean, nos hacen sentir que nuestra presencia en casa es esencial y nos brindan esa sensación de satisfacción, motivación y seguridad en sí mismos, subraya la especialista. Además, que tengan metas a mediano y largo plazo para darle sentido a lo que realizan.
Haydee Solís sugiere que las personas vayan a los servicios de salud mental si experimentan alguna situación que les dificulte su vida diaria. “Empecemos a romper el estigma de que acudir a los servicios de salud mental es de ‘locos’; por el contrario, asistir al psicólogo es parte de nuestro autocuidado y amor propio”.
Debemos hacer un balance personal en torno a cuáles son nuestras metas y proyectos en la vida, asumir que no estamos determinados por los días, climas, años o signos zodiacales, sino que la vida la construimos con pequeñas acciones en el día a día, finaliza.
Para mayor información sobre los servicios de salud mental que ofrece la FES Zaragoza, ingresar a la liga https://www.zaragoza.unam.mx/clinicas-universitarias-de-atencion-a-la-salud/.
FUENTE: UNAM