Cd. de México 04 agosto 2022.- Con el ingreso del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma y el escritor Juan Villoro como miembros honorarios, la Academia Nacional de Arquitectura espera traer el «rumor de la calle a la mesa de trabajo» y beneficiarse de su certera visión para la conservación de los espacios físicos ante la arbitrariedad de las urbes .
Matos Moctezuma suma así otra distinción a su trayectoria antes de recibir en octubre próximo el Premio Princesa de Asturias en la categoría de Ciencias Sociales en España.
Presentado por el arquitecto Saúl Alcántara, el estudioso del Templo Mayor dedicó una parte de su discurso a la relación entre Arqueología y arquitectura, donde evocó su colaboración con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en la edificación del Museo del Templo Mayor bajo el principio de un museo de «escala humana».
«Mucho dialogamos de las características que debería tener el Museo del Templo Mayor, sugerí que el edificio guardara la misma orientación del edificio original hacia el poniente, al igual que lo habían concebido sus constructores», dijo Matos Moctezuma.
Explicó que el arquitecto Ramírez Vázquez realizó un diseño de ocho salas cuatro por cada lado dedicados a los dioses tutelares del principal edificio de Tenochtitlan: Tláloc y Huitzilopochtli, vida y muerte.
Por su parte, al presentar a Juan Villoro, la arquitecta Fernanda Canales se ocupó de responder a la pregunta ¿por qué tener a un escritor en una Academia de Arquitectura?
Resaltó el pensamiento transversal, crítico y creativo de Villoro y aseguró que la academia no espera de él que sea un oráculo sino que inspire otra forma de hacer preguntas.
«Es un llamado a romper con la naturaleza endogámica de la arquitectura», planteó Canales.
Alguien que ponga el «rumor de la calle en la mesa de trabajo» y permita poner las relaciones humanas, la teoría y la crítica en el centro del debate y actualizar los estándares de la arquitectura.
Villoro agradeció su incorporación a la institución «sin haber sido sometido a examen» y dijo que su relación con la arquitectura y el urbanismo ha sido siempre desde la literatura, como en sus libros El vértigo horizontal y Materia dispuesta.
El presidente de la Academia José Francisco Reygadas dio la bienvenida a los nuevos académicos en la ceremonia de ingreso en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y aseguró que su certera visión ayudará «a la conservación de otra manera de los espacios físicos, diferente a las condiciones de arbitrariedad de las ciudades».
