Las campañas de información pública y el cierre de escuelas fueron las medidas no relacionadas con fármacos que más contribuyeron a frenar los contagios de Covid
en 2020, según un estudio dado a conocer por el Instituto de Economía Mundial
de Kiel (IfW), de Alemania.
Investigadores del centro académico y de la Universidad
Paris Dauphine de Francia analizaron las respuestas de 182 países el año que
comenzó la pandemia y descubrieron que las campañas de información pública fueron estadísticamente la medida más efectiva.
Así, lograron reducir en 0.35 puntos la tasa de
reproducción del virus, es
decir, el número de personas que contagia en
promedio una persona infectada, informó el IfW
Kiel.
El cierre de escuelas consiguió
reducir esa tasa, conocida también como “factor
R“, en 0.24 puntos, mientras que la realización de pruebas, el rastreo de contactos y las restricciones de viaje internacionales
lo hicieron en 0.23, 0.15 y 0.14 respectivamente.
Otras respuestas que tuvieron un impacto fueron la
cancelación de eventos públicos,
el trabajo remoto y la
restricción de reuniones privadas,
cuya efectividad fue directamente proporcional a la severidad con que fueron
aplicadas.
Por el contrario, durante la primera ola el uso de cubrebocas no tuvo un
impacto reseñable, aunque la medida fue más efectiva en la segunda, según el
grupo de investigación, quizá porque se usaron de forma más sistemática y se
sustituyeron los de tela por cubrebocas
quirúrgicos.
Las restricciones
de movimiento a nivel local, por su parte, no fueron
efectivas a la hora de contener la pandemia,
según el análisis, que
se centró en un catálogo de 14 respuestas no farmacológicas,
lo que quiere decir que no estudiaron por ejemplo medidas como la vacunación.
El gran impacto de las campañas
de información se debe probablemente a su papel como
amplificadoras de otras medidas, al incrementar la disposición de la población
a cumplir reglas como la sana
distancia o reducir los contactos,
estima uno de los autores del estudio, Alexander Sandkamp.
“Al hacer a la gente consciente de la gravedad de la
situación influencian su comportamiento general más allá de las respectivas
restricciones,” señaló. Por otro lado, comentó que la alta efectividad de medidas como el cierre de escuelas no se
traduce automáticamente en una recomendación para implementar respuestas que,
como en este caso, tienen “fuertes efectos negativos” a nivel social y
económico.
“Se deberían aplicar primero medidas que son efectivas
que, a la par, generen relativamente pocas distorsiones, tales como las campañas de información, las pruebas, el rastreo de contactos y el uso de cubrebocas,” sugirió Sandkamp.