Tres de cada 10 desapariciones registradas en
Sonora durante el periodo diciembre de 2018-30 de abril de 2021 se reportaron
en la región sur del estado, integrada por los municipios de Cajeme, Guaymas,
Empalme y Bácum, de acuerdo con un estudio elaborado por el Colegio de la
Frontera Norte (Colef).
El «Informe del Contexto de Desapariciones en
Empalme, Guaymas y Cajeme, Sonora», estableció que en ese lapso se
registraron mil 260 desapariciones, de las que el 87.46 por ciento de las
víctimas correspondió a hombres y el 12.46 por ciento de mujeres.
«Se tiene el dato referente a los lugares de incidencia o municipio donde
las personas desaparecieron: 31.4 por ciento en la región sur del estado,
integrada por los municipios de Cajeme, Guaymas, Empalme y Bácum,
respectivamente; 22.5 por ciento en Hermosillo; 13 por ciento en Nogales y el
resto en otros municipios», precisó.
«La cantidad de hombres y mujeres adultas desaparecidas en Sonora es
alarmante: se trata mayormente de varones, son personas jóvenes y los casos se
concentran en la región sur de la entidad, siguiendo a esta la capital y la
frontera, como si se tratara de algún patrón».
En el informe realizado por el Colef se indicó además que en esta región se han
reportado desapariciones masivas y frecuentes hallazgos de cuerpos o restos
humanos, por lo que especialistas alertan por un «conocimiento
acumulativo» sobre la violencia en la región, impunidad e ineficiencia de
autoridades.
El recuento realizado por el Colef a petición de la Comisión Nacional de
Búsqueda (CNB) da cuenta de la concentración de desapariciones forzadas
registradas entre 2011 y 2021 en una zona en la que han operado históricamente
organizaciones como el Cártel de Sinaloa y la organización de los Beltrán
Leyva.
En entrevista, Óscar Misael Hernández, investigador del Departamento de
Estudios Sociales del Colef y uno de los coordinadores de la investigación,
estableció que la ubicación geográfica de los municipios referidos los vuelve
blanco de la delincuencia.
«Encontramos que hay un tipo de continuo por ruta geográfica de las desapariciones»,
sostuvo.
«Esto, en otro nivel de interpretación, nos lleva a pensar en una ruta de
las desapariciones que casualmente coincide con las mismas rutas que usan
algunos grupos delictivos para traficar de sur a norte con fentanilo o con
metanfetaminas, con personas, es decir, tráfico de migrantes o con armas».
Refirió que también hallaron que la desaparición de personas puede ser por
venganzas entre grupos criminales, pero también se menciona la trata, el
reclutamiento forzado para trabajar para los cárteles, violaciones sexuales, y
robo y venta de recién nacidos.
El informe apuntó a que en la zona Guaymas-Empalme el fenómeno de la
desaparición es más grave incluso que los homicidios, mientras que en Ciudad
Obregón las cifras de homicidio son mayores, aunque la figura de la
desaparición de personas también es relevante