· Hay que evitar que
esta tecnología aumente la desigualdad en el acceso a una educación de calidad:
José Manuel Saniger Blesa
·
Melchor Sánchez Mendiola dijo que esa herramienta tiene gran cantidad de
desafíos
·
Solo respetando los valores fundamentales de la formación educativa y la
generación de conocimiento, nuestras acciones generan beneficios
La inteligencia artificial
(IA) está llamada a ser una transformación disruptiva y ahí viene la dicotomía
entre la emoción y el miedo de “cómo nos va a impactar y cómo seremos capaces
de regular los cambios sociales que eso implica”, afirmó el secretario de
Investigación y Desarrollo de la Coordinación de la Investigación Científica,
José Manuel Saniger Blesa.
Durante la Primera
Jornada de Inteligencia Artificial Generativa en Educación UNAM 2023, en
representación de William Lee Alardín, coordinador de la Investigación
Científica, consideró que está significando una modificación en los patrones de
generación y transmisión del conocimiento.
“Nos va a permitir
tener una herramienta de estudio de problemas complejos en ciencias sociales y
naturales, analizarlos con mayor profundidad, y esperamos que arroje propuestas
de solución”, añadió.
La IA generativa
(enfocada en la creación de contenido original) “impactará en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, y para que sea un impacto positivo hay que repensar sus
estrategias”, mencionó Saniger Blesa.
La perspectiva es
que tengamos un proceso educativo más ágil, horizontal, multivariado y
personalizado. Para ello, reconoció, hay que empezar por la base: la formación
docente, una necesidad imperativa que es también el objetivo de esta actividad.
El universitario
alertó que las bondades de dicha tecnología enfrentan una amenaza en la visión
de cambio y mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje: la brecha digital en
nuestras comunidades. Debemos estar conscientes de abatirla.
Hay que vigilar que
no se convierta en un factor más que aumente la desigualdad en el acceso a una
educación de calidad, que es uno de los objetivos importantes del desarrollo
sostenible de la Agenda 2030.
“Hay que sacar el
mayor provecho a esta herramienta y cuidar que llegue a todos, porque de esa
manera se convertiría en un elemento democratizador que nos ayude a tener un
acceso irrestricto a una educación de calidad, objetivo de nuestra Universidad,
pública y nacional”, finalizó.
Al hacer uso de la
palabra, el coordinador de Universidad Abierta, Innovación Educativa y
Educación a Distancia, Melchor Sánchez Mendiola, abundó: debido que cerca de 80
por ciento de las personas en algunos países emplean IA, es inevitable que en
el futuro cercano la mayor parte de la gente la use, sobre todo cuando esté
integrada completamente a las herramientas de usuario, como procesadores de
palabra u hojas de cálculo.
Recordó que ChatGPT
ha sido la innovación más rápidamente adoptada en la historia de la humanidad:
un millón de usuarios en cinco días, 100 millones en dos meses y actualmente se
estima que son más de 200 millones.
Refirió que la IA
generativa ofrece posibilidades de personalización y ayuda como complemento
valioso para la tarea docente, entre otros aspectos. No obstante, reconoció,
tiene desafíos normativos, éticos, legales, culturales y conceptuales “que
debemos abordar con cautela y rigor académico”. Los beneficios son muchos, así
que utilicémosla no simplemente como una herramienta, sino como una puerta a un
futuro educativo que puede ser más incluyente, personalizado y efectivo.
Héctor Benítez
Pérez, director general de Cómputo y de Tecnologías de Información y
Comunicación, consideró que lo significativo de esta Jornada es la reflexión
bajo sólidos principios éticos, con cautela y siempre bien informados, en torno
al uso de la IA generativa para la docencia y la investigación. “Solo
respetando los valores fundamentales de la educación y la generación de
conocimiento, nuestras acciones generan beneficios a la comunidad universitaria
y al país”.
De ese modo, agregó
el universitario, haremos una buena integración de esta herramienta, como una
comunidad diversa y entender cómo se puede usar para beneficio de la
investigación y la docencia.
A su vez, el
coordinador general del Centro de Estudios en Computación Avanzada, Boris
Escalante Ramírez, refirió la posibilidad de que esta tecnología permeé a todos
los niveles de la sociedad, la cual ha pasado de maravillar a la satanización,
el rechazo, hasta ver qué es, para qué sirve y cómo se puede aplicar en la
educación.
FUENTE: UNAM