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Los filósofos
Donatella Di Cesare, Daniel Innerarity y Clarisa Ríos Rojas conversaron durante
los trabajos vespertinos del Primer Coloquio Internacional: La humanidad
amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?
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Organizado por la
UNAM y el Instituto de Gobernanza Democrática
Desafíos como
la creciente migración en diversas partes del mundo, el cambio climático
global, la democracia que no es para todos y los riesgos existenciales que
impiden la reconstrucción de la sociedad, fueron considerados por expertos
internacionales como asuntos emergentes a resolver.
Durante
la mesa Pensar el futuro, la primera de las conversaciones temáticas del Primer
Coloquio Internacional: La humanidad amenazada, ¿Quién se hace cargo del
futuro?,organizado por la UNAM y el Instituto de Gobernanza Democrática, la
filósofa italiana Donatella Di Cesare, catedrática en la Universidad La
Sapienza de Roma, destacó vía remota que:
En
los debates sobre la democracia se analizan maneras de defenderla y mejorarla
sin cuestionar sus fronteras y el vínculo que la mantiene unida: la fobia al
contagio, el miedo a otro, el terror a lo que está fuera. “Así se pasa por alto
que la discriminación ya está latente”.
Ante
Mary Frances Rodríguez Van Gort, directora de la Facultad de Filosofía y Letras
(FFyL) de la UNAM, quien fungió como moderadora y coordinadora de los trabajos
de este día, Di Cesare dijo que la arquitectura política contemporánea capta y
expulsa, incluye y excluye.
“Es
en este contexto que puede funcionar la democracia inmunitaria. Se puede hablar
de democracia allá donde la inmunización vale para unos y no para otros. A
menudo se olvida que existen varios modelos, opuestos incluso, de democracia,
cada vez más lejos de la polis griega, en donde era importante la
participación”, destacó.
En
el mundo moderno es válido un modelo que después de haberse desarrollado en la
democracia estadounidense, se ha ido difundiendo en el occidental y
occidentalizado. En este sistema funciona el “no me toques”, que resume todo lo
que los ciudadanos exigen de la democracia: no me toques como persona, como cuerpo
ni como ideas, las cuales deben existir, moverse y expresarse sin ser tocados,
es decir, sin ser inhibidos, forzados, prohibidos por una autoridad externa.
Di
Cesare añadió que la condición de inmunidad para unos es negada para otros, y
que la inclusión es un espejismo. “Hay perdedores de la globalización,
expuestos a violencias de todo tipo”.
La
filósofa italiana se pronunció a favor de la cohabitación en la democracia,
para que se considere a nativos y extranjeros residentes, e invitó a pensar de
otra manera a la ciudadanía.
En
su oportunidad, la bióloga molecular peruana Clarisa Ríos Rojas, investigadora
asociada del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial de la Universidad de
Cambridge, Inglaterra, planteó que en el planeta existen riesgos catastróficos
globales, como una erupción volcánica o el choque de un meteorito con la
Tierra, los cuales son de poca probabilidad, pero de alto impacto y gran
incertidumbre, y están definidos por la pérdida de más de 10 por ciento de la
humanidad.
También
hay los riesgos existenciales caracterizados por ser puntos de no retorno, en
donde no se puede reconstruir la sociedad como era antes. Están originados por
la actividad humana y entre ellos se incluye el cambio climático, pérdida de
biodiversidad, inteligencia artificial y creación de virus en laboratorio.
Ríos
Rojas, quien trabaja en la interfase entre la ciencia y el diseño de políticas
e investiga los riesgos de las tecnologías emergentes para proporcionar
evidencia científica y asesorar a tomadores de decisiones, comentó también a
distancia que para afrontar estos riesgos catastróficos globales se necesitan
relaciones públicas sobre cada tema y alianzas entre diferentes sectores (como
gobierno, academia, industria y ciudadanía).
Además,
considerar lo local y global, construir interfases entre la ciencia y las
políticas públicas, incluir voces del sur global e innovar respecto a cómo
comunicar sobre los riesgos existenciales.
A su
vez, el filósofo español Daniel Innerarity, investigador en la Universidad del
País Vasco y director del Instituto de Gobernanza Democrática, sostuvo: estamos
en un mundo crítico, es decir, que genera crisis. “Resolvemos bien los
problemas aislados, pero no cuando estamos en crisis”.
Cada
ámbito de la sociedad tiene sus ideas, y se necesita convergencia y
compatibilidad para llegar a acuerdos globales. “Las catástrofes son
recordatorios que nos interpelan a abordar los problemas de otra manera y a
resolverlos de una forma más anticipatoria, colaborativa y horizontal”,
puntualizó.
Las
crisis nos están recordando la necesidad de pensar, y que es necesario
introducir las perspectivas de los otros y de las otras en nuestros propios
sistemas. “Necesitamos reciprocidad y acuerdos”, precisó.
Para
generar un debate entre los temas planteados, los ponentes extranjeros
respondieron preguntas de un panel de expertos que acompañó a la moderadora,
formado por la filósofa Xenia Anaid Rueda Romero, la geógrafa Flavia Tudela
Rivadeneyra y el experto en teatro Emilio Alberto Méndez Ríos, los tres de la
FFyL.
FUENTE: UNAM